Mauricio Macrisalió de gira por el interior y busca convencer a la gente de que no es un cuco que viene a quitar beneficios sociales. Dice que el gobierno les inoculó el miedo, como si ellos no pudieran pensar por sí solos. Y así como el candidato de Cambiemos tiene urgencia por sumar adhesiones en el interior profundo, el esquema de trabajo del equipo de Daniel Scioli está orientado en la provincia y la ciudad de Buenos Aires, donde los resultados no fueron los esperados y creen muy factible mejorarlos.
En la provincia, la idea es sumar a todos los intendentes y candidatos en una línea común, trabajo para el que se puso al frente el propio Aníbal Fernández. Para el esquivo electorado porteño, en tanto, preparan un acto en el que firmará diez "compromisos", entre los que se destaca la promesa de cumplir con el traslado de la Policía Federal a la Ciudad.
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Las primarias dejaron heridos locales en las intendencias del Conurbano, por eso apuntan a fijar la convicción de que si no gana el Frente para la Victoria el futuro será más complicado para todos ellos. El nuevo diseño de gobierno con Scioli y Aníbal a la cabeza, prometen, tendrá muy en cuenta la función de los municipios. El objetivo de unir al PJ bonaerense –planteado en el encuentro del sábado en Mar del Plata- es sumar al menos dos o tres puntos al 39,7 por ciento que Scioli obtuvo en el distrito que gobierna desde hace ocho años.
En cuanto a la Capital Federal, el sciolismo organizó un evento días atrás en el que Alberto Pérez y Gustavo Marangoni llevaron la voz cantante. Los asistentes notaron cierto enojo de parte de los hombres del candidato presidencial por cómo se viene realizando la campaña en la Ciudad, casi en paralelo a la nacional. "En los carteles de Axel Kicillof dice 'no elegís un diputado, elegís un país' y Scioli no aparece mencionado por ninguna parte. Parece que busca más su instalación como referente político que la campaña del Frente para la Victoria", comentó uno de los participantes. Un dato notorio de la reunión fue que no hubo representantes de La Cámpora.
Una de las conclusiones fue que entre el 23,2 por ciento que obtuvo el postulante presidencial –nacido en el porteño barrio de Villa Crespo– en la ciudad de Buenos Aires y el 35 por ciento que Cristina Kirchner obtuvo en 2011, hay un buen margen para trabajar. Que sumar un cinco por ciento, entonces, no es un propósito descabellado y que resultaría decisivo para la intención de ganar en primera vuelta. Pero que había que hacer algo para que esos votos llegaran.
Por eso, la semana que se inicia, el Frente para la Victoria porteño tendrá también su acto –muy posiblemente en el Teatro Cervantes– en el que Scioli firmará un "compromiso" de diez puntos con la ciudad de Buenos Aires entre los que figura como principal promesa el traslado de la policía a la Capital en caso de llegar a la Presidencia, algo varias veces prometido y nunca cumplido. Como complemento, planteará la creación de un comando conjunto que agrupe a todas las fuerzas de seguridad que operan en el distrito y alrededores: la Federal, la Metropolitana, la Bonaerense, Gendarmería y Prefectura.
En su presidencia también se completaría, asegurará, el traspaso de la Justicia. Entre los otros puntos que firmará habrá un compromiso para dar una solución al tema de la vivienda con la ampliación del plan Procrear, un programa económico con acento en el fortalecimiento de las pymes, agencias especiales para el tema transporte y ciencia, más un proyecto ambiental. Todo un plan en busca de seducir a los huidizos porteños. O, al menos, al elector de centroizquierda que alguna vez votó al kirchnerismo.