El humo de los incendios de Australia, que dejaron muertos, heridos y evacuados, llegó a Argentina

Originado a más de 12 mil kilómetros, el efecto de la catástrofe ambiental se hizo sentir en el país.

06 de enero, 2020 | 18.20

Este lunes luego de viajar más de 12000 kilómetros por el Océano Pacífico, el humo de los graves incendios de Australia llegó a Argentina.

Considerados entre los peores del siglo, con casi seis millones de hectáreas calcinadas y con miles de millones de animales que perdieron la vida, el incendio tuvo impacto a nivel global. Después de viajar y cruzar el Océano Pacífico, desembarcó en el continente suramericano.

"Entre 6 y 10 días tarda el humo de los incendios en dar la vuelta al globo, llevados por los vientos del oeste en latitudes medias", afirmó el meteorólogo Mauricio Saldívar en diálogo con El Destape Y continuó: "No es la primera vez que ocurre, y en particular, esta es la segunda vez que el humo de los incendios australianos llega de manera notoria a nuestro país".

Saldívar aclaró, además, que puede ser provechoso para el ambiente local. "El humo de los incendios funciona como fertilizante para los suelos y los mares, y de hecho, el humo de los incendios en África tiene un importante rol en la fertilización del Amazonas", apuntó.

"El tamaño y cantidad de incendios de esta temporada en Australia, supera casi en 6 veces a los registrados en el Amazonas en 2019, y duplica a los observados en Siberia, también en 2019", aseguró el experto. Y profundizó. "Generalmente la temporada de incendios en Australia es entre octubre y marzo. Vienen soportando una terrible sequía desde hace al menos un par de años, y el Cambio Climático aumentó la cantidad de días con olas de calor. Australia está soportando las temperaturas más altas registradas desde 1910 y eso, sumado a la falta de lluvias, generan esta cantidad de incendios".

Según información oficial, los múltiples incendios registrados dejaron además la destrucción de miles de viviendas. La situación en Australia se agravó luego de la llegada de un inusual frente cálido con vientos de más de 100 kilómetros por hora frente a los 48 grados de temperatura.

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