La terrible advertencia de Elon Musk: ¿Crisis eléctrica global para 2025?

Según al CEO de Tesla, la creciente demanda de energía debido a la inteligencia artificial y los chips de nueva generación podría desencadenar una crisis sin precedentes.

13 de enero, 2025 | 20.37

El magnate tecnológico y CEO de Tesla, Elon Musk, lanzó una nueva advertencia que podría cambiar el rumbo de la energía en todo el mundo. En una reciente intervención en la conferencia Bosch Connected World, señaló que el 2025 podría marcar el comienzo de una "sequía eléctrica", un fenómeno que, según él, será mucho más grave que cualquier escasez de agua.

De acuerdo a la lógica de Musk, la creciente demanda de energía, impulsada principalmente por el acelerado avance de la inteligencia artificial (IA), está poniendo en jaque la capacidad de generación eléctrica global.

El auge de la IA y su insaciable demanda de energía

Musk destacó que la capacidad de procesamiento de los sistemas de IA se duplica cada seis meses, lo que genera una necesidad energética exponencial. La IA depende de grandes centros de datos para su funcionamiento, que consumen cantidades masivas de electricidad para poder procesar los complejos algoritmos que alimentan aplicaciones y dispositivos en todo el mundo.

Además, la evolución de los microchips de última generación, que son fundamentales para la IA, los vehículos eléctricos y otros dispositivos tecnológicos, también está contribuyendo a aumentar la demanda de electricidad.

Uno de los principales desafíos, según el empresario, es la escasez de chips neuronales, componentes esenciales para el desarrollo de la IA. La falta de estos chips ya está generando un problema en la cadena de suministro tecnológica. Sin embargo, lo que preocupa aún más es que esta escasez inicial podría dar paso a una crisis energética mucho mayor.

La escasez de chips neuronales podría desencadenar una crisis energética mundial.

Musk predice que, con el tiempo, la falta de transformadores reductores de voltaje —componentes vitales para distribuir electricidad de manera eficiente— podría agravar la situación, lo que culminaría en una insuficiencia generalizada de electricidad a nivel global.

¿Cómo nos afectaría una sequía eléctrica?

La electricidad es un pilar fundamental de nuestra vida diaria, y Musk no se detuvo en subrayar la magnitud de lo que implicaría un colapso en el suministro.

Si la demanda sigue superando la capacidad de generación, el impacto podría ser devastador. Las industrias se paralizarían, el transporte se pararía, las comunicaciones quedarían interrumpidas y las ciudades quedarían sumidas en la oscuridad. El precio de la energía aumentaría drásticamente, afectando tanto a la economía global como a la vida cotidiana de las personas.

En un escenario así, las repercusiones serían tan graves que cambiarían la estructura misma de la sociedad moderna. "La electricidad es esencial para nuestra vida moderna", enfatizó Musk, dejando claro que un corte masivo de energía afectaría todos los aspectos de la vida diaria, desde el trabajo hasta el entretenimiento y las comunicaciones.

La transición hacia energías renovables es clave para evitar la escasez eléctrica.

¿Qué soluciones existen para evitar la crisis energética?

Ante este panorama desalentador, Musk propuso una transición acelerada hacia fuentes de energía renovables como la solar y la eólica. Estas energías limpias no solo son más sostenibles, sino que también tienen el potencial de satisfacer la creciente demanda energética del futuro.

Musk siempre fue conocido como un defensor de la energía solar desde hace años y ya propuso la construcción de plantas solares a gran escala, como la que sugirió para abastecer a toda Europa.

En la misma línea, empresas tecnológicas como Google, Microsoft y Amazon empezaron a invertir en proyectos de energía renovable a gran escala, con el objetivo de asegurar un suministro eléctrico estable y sostenible a largo plazo. 

El futuro de la energía y la inteligencia artificial en Argentina

En Argentina, la transición hacia energías más limpias podría ser una respuesta a los desafíos que plantea el aumento de la demanda de energía. La inversión en energía solar y eólica podría mitigar los riesgos de una "sequía eléctrica" y ofrecer oportunidades para el desarrollo de nuevas industrias y el impulso de la economía local. No obstante, este cambio no va a ser rápido ni fácil.