El embajador argentino en Chile, José Octavio Bordón, se separó de la postura de voceros del Gobierno argentino y se diferenció del canciller Jorge Faurie, quien le atribuyó las protestas en Chile a “un huracán bolivariano”.
“No creo que las protestas sean organizadas por una conspiración internacional. Yo creo que Maduro no tiene capacidad de influir en la región, pero que pueden estar conectados con minorías violentas no lo descarto”, advirtió el funcionario en diálogo con El Destape Radio.
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Indicó, además, que “desde que terminó el toque de queda el tránsito está normal” y aseguró: “Estamos lentamente volviendo a la normalidad. Hay manifestaciones pacíficas de gente que no quiere derrocar a nadie pero lo que quiere son cambios”.
En ese sentido, remarcó: “Este país ha mejorado desde que llegó a la democracia pero hoy la sociedad tiene otras necesidades” y apuntó que “las demandas ya existían antes pero por separado”.
Ante la violenta represión, Bordón aclaró que “hay una represión legal, porque si uno destruye y roba las fuerzas de seguridad no se pueden quedar sentadas” y subrayó que “hay que ver si los excesos en la represión pueden ser responsabilidad de los funcionarios que han actuado”.
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“Hay que ver si hubo acción incorrecta e ilegal, pero tendrán que investigar los organismos del Estado”, aseveró.
Además, el diplomático replicó que “no hay una guerra, el mismo presidente Piñera fue una expresión que usó ante la preocupación que le generaba” y arremetió: “Decir que la desigualdad en Chile comenzó hace 30 años es una irresponsabilidad. Quien lo dice me huele a pinochetismo aunque lo diga alguien de izquierda”.