Durísimo relato de un cura villero sobre la situación de los pobres: "Nos están cagando de hambre"

14 de febrero, 2017 | 15.21

Francisco Olveira es uno de los referentes de los curas de Acción por los Pobres y como párroco de la capilla de la Isla Maciel, en la localidad bonaerense de Avellaneda, está cerca de los sectores más vulnerables y conoce de primera mano cómo impactan las medidas de ajuste del gobierno de Mauricio Macri.

"Que no haya paritaria nacional es grave y es volver al cada uno se arregla como se puede. Un santo padre decía 'todo rico es ladrón o heredero de ladrón'. Estos son ladrones, cínicos, mentirosos y nos están cagando de hambre", aseguró Olveira en diálogo con El Destape. "Queda claro que ellos quieren ajustar con el bolsillo del tabajador", apuntó.

Olveira estuvo presente en la conferencia de prensa que se llevó a cabo en la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) donde referentes de los gremios docentes, legisladores porteños y nacionales y organismos de Derechos Humanos expresaron su repudio a las amenazas que recibió el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, e insistieron para que se convoque a la paritaria nacional para el sector.

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"Se fijaron un limite del 18% que es absolutamente irreal y mentiroso porque es en cuatro partes. Siempre el ajuste en este Gobierno es por el lado del trabajador", afirmó y agregó que "por eso empiezan las amenazas y extorsiones" a referentes sindicales. "Recordaba que en plena democracia, el 11 de mayo del '74, asesinaron a (Carlos) Mugica. Ellos van por ese camino si el pueblo, los sindicatos y organizaciones no se defienden. No creen en el diálogo, creen que todo es para ellos y por eso cualquiera que se le ponga en frente lo ven como un enemigo a combatir", señaló.

En cuanto a los aumentos en los servicios básicos, pero especialmente en el rubro alimenticio como el 15% de incremento del pan, Olveira dijo: "Todos los días aumentan las cosas, pero que aumente el pan es un símbolo. Como cura creo en un pan partido y compartido. Lamentablemente los sectores más humildes ya no pueden comer en sus casas".

El cura confesó "no dar a basto" ante la realidad social que atraviesan las personas que se acercan a pedir comida en los comedores que administra desde la parroquia y se preguntó: "¿Por qué si antes estabamos trabajando en el mejoramiento de viviendas y en ampliar los derechos, hoy tenemos que estar dando de comer?". Como respuesta, lanzó: "Ellos generan los pobres y nosotros le damos de comer".