La provincia de Buenos Aires podría caer en default si sus acreedores rechazan postergar hasta mayo el pago de un vencimiento de bonos por US$ 250 millones. El gobierno bonaerense espera que el 75% de los acreedores acepte la postergación del pago.
El gobierno de Axel Kicillof mantiene diálogo permanente con los acreedores, a quienes buscó seducir adelantando el pago de intereses de ese título. En lo formal, el pago del bono vencerá el 5 de febrero próximo, que es la fecha límite para abonar.
La gran dispersión de los tenedores del título BP21 juega en contra de las pretensiones del gobierno bonaerense, ya que a muchos tenedores del título ni siquiera se los tiene identificados. Por eso, en el mercado sostienen que será muy difícil que la administración de Axel Kicillof arribe a un acuerdo.
Si la provincia de Buenos Aires entra en cesación de pagos generará un ruido extra a la negociación iniciada por el gobierno con el FMI, pero sobre todo a la que se pretende acordar con bonistas que tienen unos US$ 100.000 millones en su poder. Kicillof culpó al gobierno de María Eugenia Vidal por la probable cesación de pagos.
Explicó que si bien el BP21 fue emitido durante el gobierno de Daniel Scioli en 2011, Vidal endeudó de tal forma a la provincia que complicó el pago de este vencimiento. El Gobierno de Kicillof decidió postergar el vencimiento para supeditarlo al acuerdo que puede arribar el gobierno nacional a fines de marzo.