En el anuncio más esperado desde que Alberto Fernández fue elegido Presidente, el Gobierno informó la oferta de reestructuración de deuda en moneda y legislación extranjera. Sin embargo, para poder entender de qué se trata la propuesta hecha por el ministro de Economía, Martín Guzmán, hay que repasar ciertos tecnicismos.
Quita
Una quita es básicamente la reducción del dinero que uno debe. Cuando se acuerda que una deuda exigible se pague en efectivo, con un monto menor que el total pretendido, el concepto es claro: la quita es la diferencia entre la deuda y el pago. Sin embargo, en este caso, la deuda original que se la cancela involucra pagos a realizar en el futuro.
Una reducción de capital es fácil de comprender: si la deuda era 10, y ahora es 8, la quita es del 20%. Las claves de la negociación son los intereses, la tasa de descuento y el tiempo que llevará para cobrarlos.
A través de la presentación oficial ante la comisión de valores de Estados Unidos, Argentina les propuso a los bonistas emitir 10 nuevos bonos, con vencimientos hasta 2047, con tres años de gracia y una tasa promedio del 2,33%. Esto quiere decir que el país desestima el pago de los 21 bonos emitidos en 2005 y 2016 y oferta el pago de nuevos títulos en el futuro.
Mediante un comunicado, el Ministerio de Economía ofertó bonos denominados en dólares y euros con vencimientos en 2030, 2036, 2039, 2043 y 2047, con tasas de interés crecientes de entre 0,5% y 4,87%, según el instrumento.
Por otra parte, la propuesta estipula una quita de capital del 5,4% -lo cual implica una reducción de U$S 3.600 millones- y una quita del 62% de los intereses, que representan U$S 37.900 millones.
¿Qué es el Exit Yield?
Lo que Guzmán les planteó a los bonistas implicará un exit yield del 56%, es decir, lo que van a rendir los bonos argentinos después de renegociar la deuda. La cuenta surge de la disminución de la tasa actual promedio del 9% que tienen estos bonos en dólares al interés medio del 2,33% que tendrán las nuevas series.
Cuanto mayor sea el capital y los intereses, mayor es el valor actual. De igual forma, cuanto mayor la tasa de descuento (o tasa de retorno), menos valen los pagos futuros, y por lo tanto menor el valor actual. Esa diferencia es la que puede catalogarse como la quita real de deuda.
A partir del viernes pasado, los bonistas tienen 20 días para dar una respuesta. Desde el Gobierno mantienen una postura indeclinable: tómalo o déjalo, o cobrás esto o vamos al default.
Defaut explícito vs. Default virtual
En una entrevista concedida al diario estadounidense The Wall Sreet Journal el 30 de agosto de 2019, Fernández sostuvo que Argentina se encontraba en un “default virtual”. Fue ante las medidas unilaterales tomadas por el Ministerio de Hacienda a cargo de Hernán Lacunza de “reperfilar” los compromisos, porque no podía hacer frente a los pagos que vencían el 28 de agosto de 2019.
Las mismas palabras fueron utilizados por el ministro Guzmán, en su primera conferencia de prensa el miércoles 11 de diciembre del año pasado. Argentina había reconocido no poder pagar su deuda con Mauricio Macri en la presidencia.
Lo mismo mencionó el Presidente durante la conferencia informativa sobre la presentación de la oferta, en la cual diferenció la cesación de pagos "explícita" y la "virtual". La diferencia con el 2003, cuando formó parte de la gestión de Néstor Kirchner, es que el país ya había declarado técnicamente el default.