El economista Alfonso Prat Gay protagoniza uno de los casos políticos más resonantes vinculados a las cuentas suizas utilizadas para fugar dinero sin pagar impuestos. El ex diputado por la fuerza UNEN figura como apoderado de la cuenta perteneciente a Amalia Lacroze de Fortabat y su nieta Amalia Amoedo, la que ascendía a U$S 68 millones en diciembre de 2006.
Las normativas del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) implican a los "beneficiarios efectivos" entre los que tienen responsabilidad en las presuntas asociaciones ilícitas que tienen los que administran cuentas. De esta forma Prat Gay podría quedar vinculado al delito aunque haya aclarado que no era poseedor directo de una cuenta en Suiza.
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El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), conglomerado que se encargó de distribuir la información del llamado Swiss Leaks, incluyó en su reciente trabajo el perfil de cliente de la fallecida Lacroze de Fortabat. Además, citaron declaraciones de voceros de Prat Gay en el que especificaron que las cuentas se abrieron en 2005 y las operatorias se cerraron en Nueva York con control de las autoridades regulatorias de Argentina, Brasil y Argentina.
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