La Corte Suprema de Estados Unidos emitirá una sentencia por el millonario juicio contra YPF por la estatización que llevó a cabo el ex gobierno de Cristina Kirchner. El fondo Bulford de Christopher Bogart reclama 3.000 millones de dólares que posee el 35% de esa acreencia y detrás se encuentran inversores argentinos que apuestan contra la petrolera.
Según reveló el periodista oficialista Marcelo Bonelli, el reclamo de los restantes 2.250 millones de dólares vendría, en parte, de "influyentes anónimos argentinos". En Wall Street admiten que junto a Bulford hay inversores locales vinculadas indirectamente al oficialismo en la Argentina. La nómina es secreta, pero existen indicios en la diplomacia de Estados Unidos. El Grupo Petersen -tenedor inicial de las acciones- dice que ya no participa de la demanda.
En paralelo, el presidente Macri le pidió a Donald Trump que interceda en la decisión de la Corte pero hasta este jueves Washington no se presentó al tribunal como “amicus curiae” de la Argentina.
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Lo que genera la duda del gobierno estadounidense es que no comparten que haya ocultos inversores argentinos que apuestan contra YPF. Igual, en YPF están confiados. Pero en Manhattan insisten que la Corte rechazará el pedido de la Casa Rosada para que el juicio se desarrolle en Argentina.
El Estado perdió en dos instancias el reclamo. Hubo objeciones a la inicial defensa que realizó el estudio Skadden.