La pandemia de un tipo de coronavirus, el COVID-19, generó a su vez lo que se conoce como desinfodemia, definida como la "propagación de una enfermedad facilitada por desinformación viral" en un reciente artículo de El Gato y la Caja. Coronavirus pasó a integrar el vocabulario de millones de personas a la fuerza, pero que es conocida por los expertos en virus hace tiempo. El Destape conversó con Juan Manuel Carballeda, experto en virus, docentes de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Conicet, para analizar los orígenes de esta pandemia, las medidas que tomó el Gobierno argentino, los aprendizajes que brindan las experiencias de otros países y las expectativas que pueden tenerse sobre una pronta vacuna.
¿Qué es el coronavirus?
El coronavirus es un virus. Los virus son organismos recontra chiquitos, que para verlos necesitamos microscópicos electrónicos, que su ciclo de replicación lo hacen obligadamente dentro de células vivas. Un virus tiene que ingresar a una célula, gobernar todo su sistema, para generar más copias del virus y nuevos virus salen de esas células para infectar a otras. Se los agrupa en familias, similar a como se agrupan al resto de los organismos, y son muy diferentes entre sí. Coronavirus es una familia de virus, hay muchísimos ya descriptos. Muchos son de murciélagos, de camellos, de otras especies. Con este último hay 7 coronavirus que causan enfermedades en humanos. Se sabía que podía pasar esto, que coronavirus que son de un animal adquirieran la capacidad de replicarse en seres humanos.
¿Hasta ahora había 7 coronavirus que podían afectar a seres humanos?
Había 6 y con este nuevo son 7 los que que replican en humanos. La familia entera tiene cincuenta y pico. Esos 6 anteriores eran muy poco conocidos y no muy imporatantes salvo SARS y MERS, que fueron dos coronavirus emergentes. SARS en 2002 y MERS en 2013. Esos dos también adquirieron la capacidad de saltar a humanos.
De los 7 que pueden saltar a los seres humanos, ¿ya existe vacuna?
No. Los que no son SARS y MERS apenas se sabía de su existencia. Son muy pocos casos. Y SARS y MERS tienen candidatos vacunales pero ninguno se licenció porque desaparecieron. Así como aparecieron, desaparecieron. SARS en 2002 llegó a 6.000 casos y desde 2004 no se reporta ningún caso y con MERS pasó algo parecido. Entonces los candidatos vacunales dejaron de ser interesantes para la industria. Los virus pueden saltar a los humanos porque su maquinaria comete errores y eso le induce mutaciones. La mayoría de las mutaciones no le sirven para nada. Pero a veces les puede dar una característica nueva y, al parecer, lo que pasó ahora es que le dio la capacidad de replicar en humanos.
¿Esto se podía prever?
Más o menos. Era probable que ocurra un salto de un coronavirus a humanos. Eso siempre se supuso y hubo dos casos anteriores. Se sabía que podía pasar, no se sabía cuando ni donde. Pero el hecho de estar cerca de animales vivos o los cambios que se generan en las poblaciones nos deja en una relación más íntima con animales vivos. Y ahí es lo que faltaba, porque el virus primero tiene que adquirir la capacidad de saltar y luego se tiene que encontrar con un humano.
¿Los animales domésticos lo transmiten?
Por ahora se vio que no. Los perros este coronavirus no lo pueden transmitir. La evidencia, por ahora, dice que no se transmite con mascotas. Lo que pasa es que ante un virus nuevo empezás de cero, no se tiene idea de nada. Hasta principios de febrero esta situación era circunscripta a China, la posibilidad de que llegue a nuestro país era bajísima o ínfima, y eso pensaban todos los países del mundo. Y de repente, en poco tiempo explotó y desde el 15 de marzo ya hay más casos fuera de China que en China. Eso es un hito interesantísimo. No sabemos bien como se transmite, en animales tampoco, y no sabemos también qué causa en animales. Al parecer, este virus es muy similar a coronavirus descriptos de murciélagos, asi que por ahora suponemos eso. Por ahora.
¿Cuando se puede tardar en encontrar una vacuna o algo que frente el virus en términos químicos?
Es difícil hacer estimaciones porque cada virus tiene una complicación distinta en generar vacunas. El caso más emblemático es el HIV: se descubrió en los ‘80 y todavía no tenemos vacuna. Si no hay complicaciones, en 2 años podríamos tener una vacuna. Pero para llegar a una vacuna hay que cubrir ciertos pasos que no se pueden saltear. Y el último de todos es ver si la vacuna justamente funciona. Y muchas veces eso no se sabe hasta el momento de liberar la vacuna. Por ejemplo, el dengue tiene una vacuna licenciada hace 2 años que pasó por todo el proceso: investigación en células, en animales, en pequeñas poblaciones, en grandes poblaciones. Parecía que estaba todo bien, la liberaron y demostró no ser muy efectiva. Y por eso es una vacuna que no se aplica en la mayor parte de los países. Hay algunos candidatos que aparecieron pero son vacunas de nueva generación, que todavía no demostraron ser efectivos. Son potenciales.
Entonces, sin sonar desalentador, todas las noticias donde circula que algún país ya tiene la vacuna no son ciertas
Ojalá. Pero lo que más aparece, que la publicó Infobae, es una startup que se llama Moderna que lo que tiene no es una vacuna. Es un desarrollo, es como una vacuna de nueva generación. Esa empresa tiene 3 vacunas en fase de investigación para otros virus y un tumor, pero en recontra fase de investigación. No se sabe si eso va a funcionar. Hay miles de estrategias de vacunas de nueva generación que parecía que iban a salvar a la humanidad y al final no terminaron funcionando. Hay muchas noticias pero yo no sería tan optimista. Lo que sí puede ir más rápido es un estrategia química para combatirlo. Cuando descubrimos un virus, una de las primeras cosas que necesitamos hacer es cultivarlo en laboratorio. Una vez que tenemos estos cultivos es posible tirarle con todos los antivirales que tenemos y vemos si alguno funciona. Y luego se puede empezar a probar en humanos, ya que son cosas que ya se licenciaron. Eso sí puede estar disponible en cuestión de meses. Pero hablamos de meses, no semanas.
Entonces, mientras esto se investiga, la única respuesta es el aislamiento.
Totalmente. Aislamiento y combatir los síntomas y las complicaciones que pueda generar que se sabe que son respiratorias.
¿Te parecen indicadas las medidas que tomó el Gobierno?
Si. Me parece que están bien porque estamos en una fase tranquila. No tenemos, por ahora, circulación comunitaria en el país y es el momento para bajar la circulación para ver si podemos ganar tiempo hasta que empiece la circulación comunitaria. Ese tiempo son días ganados. Días que permiten al Instituto Malbrán generar un sistema de diagnóstico, ir equipando salas de emergencia en todo el país. Eventualmente el virus va a circular pero la idea es que eso pase lo más tarde posible. Cada día que se declara la no circulación autóctona es un día ganado para el sistema de salud que va a estar muy presionado cuando empiece a circular el virus.
¿De que nos sirve que haya llegado más tarde a la Argentina? ¿Qué aprendizajes se toman de China, España, Italia, Francia?
Hay países que no hicieron nada, como Italia, y se les colapsó y tuvieron un crecimiento exponencial. Recién ahora están aplanando en Italia la curva de contacto con medidas recontra extremas, pero ellos empezaron tarde. Lo mismo España y Francia. Corea lo que hizo fue tomar medidas rapidísimo, hacer mucho diagnóstico, y fueron los primeros que controlaron la curva. Igual que en Taiwan. De Taiwan se habla muy poco porque no es parte de la Organización Mundial de la Salud. Pero ellos también, muy rápidamente, empezaron antes que nadie a tomar medidas de restringir la circulación. Son muy severos en esas cosas. Taiwan tiene 200 casos, es práctiamente nula la circulación del virus a pesar de estar al lado de China. Viendo lo que pasa en otros países vemos qué pasa cuando tomás medidas tarde y que pasa cuando tomás medidas temprano. Tomar medidas temprano es lo mejor que podemos hacer.
La clave parece que es la disciplina, que se cumpla el aislamiento.
Si, totalmente.
El otro problema que tenemos acá es el aislamiento en viviendas precarias.
Seguro lo sea. Pero en este primer paquete de medidas se está tratando de minimizar. No estamos en una situación de aislamiento total, estamos bajando la circulación. Pero seguramente será complicado en caso de tener que tomar medidas más extremas.
¿Se puede comparar esta pandemia de coronavirus con alguna otra a nivel histórico?
Es la primera vez que un coronavirus genera una pandema y se dispersa de esta manera. No hay ningún antecedente y por eso también fue tan entorpecido el comienzo. Esto de decir, hasta mediados de febrero, que era algo de China y que después explotaran los casos exponencialmente, es porque no se esperaba un coronavirus pandémico de esta manera. Eso dijo la Organización Mundial de la Salud el día que declararon la pandemia. Es la primera vez que nos enfrentamos a un coronavirus pandémico.
¿Hubo algún otro virus que generara algo similar?
Todos los años tenemos pandemia de gripe. Pero de esa sabemos hacer vacunas que funcionan relativamente bien. En estos momentos circulan virus de gripe no tan agresivos como hemos visto en la historia. Al principio muchos decían que esto es parecido a la gripe y no es tan grave. Parecido a la gripe no quiero que sea. La gripe es jodidísima. Es el segundo virus que más humanos mató después de la viruela. No quiero tener otra gripe, para nada. También está el HIV, que fue una pandemia de un virus emergente que fue muy difícil de controlar. En ese momento empezamos muy mal con el HIV y lo primero que pasó, que fue espantoso, fue la estigmatización. Como se pensaba que se transmitía por homosexuales de San Francisco el resto del mundo creía que no les iba a pasar. Y eso fue tremendo para el inicio de la pandemia que aún no pudimos controlar. En este caso, el coronavirus, la idea de que nos puede pasar a todos, que todos somos vulnerables, nos hace más conscientes.
Todo es “por ahora”, ¿no?
Todo es por ahora. Mañana puede cambiar lo que sabemos del coronavirus.