El fin de la moratoria previsional que dictaminó el gobierno de Javier Milei deja en evidencia un tendal de injusticias contra los adultos mayores, en especial para el género femenino. Una de las consecuencias más graves es que las mujeres ya no se podrán jubilar a los 60 sino a los 65 años, como actualmente ocurre con los varones. Además, uno de los efectos colaterales es que también pierden el derecho a la pensión por viudez si es que el cónyuge muerto cobraba la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM).
Lo que genera pensión es la muerte del jubilado. Entonces, si un jubilado por régimen general muere, su esposa cobra una pensión. Si la esposa, además de cobrar la pensión por la muerte, quiere tramitar una PUAM, deberá elegir cuál cobrar. Tampoco podrán trabajar porque la PUAM es incompatible con otros ingresos.
Si la persona fallecida es la beneficiaria de la PUAM, no genera derecho a pensión para la esposa o el marido. Esa persona cobrará su propia jubilación o su propia PUAM.
Cuáles son los requisitos de la PUAM
- Tener 65 años o más.
- Ser argentino o naturalizado con 10 años de residencia en el país (anteriores a la solicitud) o extranjero con una residencia mínima de 20 años.
- No cobrar ni tener derecho a ninguna jubilación o pensión de un organismo nacional o de cajas o institutos provinciales o municipales, ni seguro de desempleo. Si estás cobrando una jubilación o pensión, debés renunciar a la misma para iniciar el trámite de la Pensión Universal para el Adulto Mayor.
- Mantener la residencia en el país una vez solicitada la pensión.
Fin de la moratoria y ajuste feroz contra los jubilados
En marzo, con el aumento de 2,2% (IPC de enero 2025) de la fórmula de Milei, la jubilación mínima (sin bono) se ubicó en $279.122, mientras que de haber continuado la fórmula anterior se ubicaría actualmente en $356.962 (es decir, un 27,9% por encima). Sumado a ello, durante la gestión anterior de Alberto Fernández todavía existía una cartera de medicamentos gratis y accesibles que descontinuó la administración de Javier Milei.
Mientras el ministro de Economía, Luis Caputo, prepara el terreno para volver a endeudar a la Argentina con el FMI y seguir alimentando el carry trade, 130 mil mujeres van a quedarse sin jubilación luego del 23 de marzo cuando finalice la moratoria.
Según datos de la Subsecretaría de Seguridad Social, entre enero y septiembre de 2024, el 74% de las 315.166 jubilaciones otorgadas en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) incluyeron moratoria. Además, casi la mitad de las pensiones también requirieron de este plan.
MÁS INFO
A partir del fin de la moratoria, aquellos trabajadores que no tuvieron los años de aportes necesarios sólo podrán acceder a la Prestación Universal para el Adulto Mayor (PUAM) a partir de los 65 años. Esta prestación, establecida por la Ley de Reparación Histórica, ofreció el 80% del haber mínimo sin derecho a pensión por viudez. En diciembre pasado, el monto de la PUAM fue de $277.679, incluyendo un bono de $70.000.
Sin embargo, muchos especialistas consideran que esta prestación, al ser no contributiva, resulta insuficiente como único ingreso en la vejez. Además, según la legislación vigente, los empleadores pueden solicitar la jubilación forzosa de sus trabajadores al cumplir los 70 años, incluso si no acumularon los años de aportes necesarios, dejando a estas personas con la PUAM como única opción.
Con el paso de moratoria a la PUAM, 8 de cada 10 mujeres tendrán que esperar cinco años más para poder acceder a una pensión. Según estimó la economista Mercedes D'Alessandro, en los cinco años de espera adicional, al valor de hoy fijo, son 22.750.000 de pesos que pierde cada una.