Ruanda afirmó que la agencia de la ONU para los refugiados había mentido al declarar esta semana ante un tribunal británico que los solicitantes de asilo enviados al país de África Oriental podían ser trasladados de nuevo a Estados donde corrían el riesgo de ser torturados o morir.
Los abogados que representan al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) afirmaron el lunes que el sistema de asilo de Ruanda era inadecuado, en el marco de un recurso contra la política del gobierno británico de deportar allí a los solicitantes de asilo.
Los abogados afirmaron que la política arriesgaba a los solicitantes de asilo a enfrentarse a un proceso prohibido conocido como devolución, basándose en pruebas anteriores que constituyeron una parte importante del razonamiento del Tribunal Supremo británico cuando declaró ilegal el plan británico el año pasado.
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"ACNUR miente", declaró el martes el portavoz del gobierno ruandés.
"La organización parece empeñada en presentar ante los tribunales del Reino Unido acusaciones inventadas sobre el trato que da Ruanda a los solicitantes de asilo, mientras sigue colaborando con nosotros para poner a salvo en Ruanda a los inmigrantes africanos procedentes de Libia".
La agencia afirmó que siempre ha expresado su preocupación por los riesgos a los que se exponen los refugiados a causa de la "externalización", incluida la devolución.
"ACNUR (...) considera que la asociación Reino Unido-Ruanda para el asilo transfiere la responsabilidad de tomar decisiones en materia de asilo y de proteger a los refugiados", señaló en un comunicado el miércoles, en el que declinó hacer más comentarios por las acciones judiciales relacionadas.
El gobierno ruandés dijo que los casos planteados por los abogados del ACNUR ante los tribunales se referían a llegadas de personas con estatuto legal en otros países pero que no cumplían sus requisitos de entrada, o a personas que se marchaban voluntariamente.
La semana pasada, Reino Unido declaró que el primer vuelo a Ruanda despegaría el 24 de julio, aunque ello depende de que los conservadores del primer ministro Rishi Sunak ganen las elecciones generales del 4 de julio.
Esto parece poco probable, ya que el Partido Laborista de la oposición, que lidera las encuestas de opinión con unos 20 puntos de ventaja, ha prometido desechar el plan si resulta elegido.
Con información de Reuters