Julian Assange, creador de WikiLeaks, se enfrenta al día del juicio por su extradición a EEUU

20 de mayo, 2024 | 04.55

Un tribunal británico podría adoptar el lunes una decisión definitiva sobre si el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, debe ser extraditado a Estados Unidos por la filtración masiva de documentos secretos estadounidenses, la culminación de 13 años de batallas legales y detenciones.

Dos jueces del Tribunal Superior de Londres se pronunciarán sobre si el tribunal está satisfecho con las garantías de Estados Unidos de que Assange, de 52 años, no se enfrentaría a la pena de muerte y podría ampararse en el derecho a la libertad de expresión de la Primera Enmienda si se enfrentara a un juicio estadounidense por espionaje.

El equipo legal de Assange dice que podría estar en un avión cruzando el Atlántico en las 24 horas siguientes a la decisión, podría ser puesto en libertad o su caso podría verse empantanado de nuevo en meses de batallas legales.

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"Tengo la sensación de que a estas alturas puede pasar cualquier cosa", dijo su esposa Stella la semana pasada. "Julian podría ser extraditado o podría quedar en libertad".

Dijo que su marido esperaba estar en el tribunal para la audiencia crucial.

WikiLeaks publicó cientos de miles de documentos militares clasificados de Estados Unidos sobre las guerras de Washington en Afganistán e Irak —las mayores brechas de seguridad de este tipo en la historia militar de Estados Unidos—, junto con una serie de cables diplomáticos.

En abril de 2010 publicó un vídeo clasificado que mostraba un ataque de un helicóptero estadounidense en 2007 en el que murieron una docena de personas en la capital iraquí, Bagdad, entre ellas dos miembros de la redacción de Reuters.

Las autoridades estadounidenses quieren llevar a juicio a Assange, nacido en Australia, por 18 cargos, casi todos bajo la Ley de Espionaje, alegando que sus acciones con WikiLeaks fueron imprudentes, dañaron la seguridad nacional y pusieron en peligro la vida de agentes.

Sus numerosos partidarios en todo el mundo califican el procesamiento de descabellado, asalto al periodismo y a la libertad de expresión, y venganza por haber causado vergüenza. Los llamamientos para que se abandone el caso han ido desde grupos de derechos humanos y algunos organismos de medios de comunicación, hasta el primer ministro australiano, Anthony Albanese, y otros líderes políticos.

DETENIDO DESDE 2010

Assange fue detenido por primera vez en Reino Unido en 2010 en virtud de una orden de detención sueca por acusaciones de delitos sexuales que posteriormente fueron retiradas. Desde entonces ha estado bajo arresto domiciliario, refugiado en la embajada de Ecuador en Londres durante siete años y recluido desde 2019 en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, mientras esperaba una sentencia sobre su extradición.

"Todos los días desde el siete de diciembre de 2010 ha estado en una u otra forma de detención", dijo Stella Assange, que en un principio formó parte de su equipo legal y se casó con él en Belmarsh en 2022.

Si el Tribunal Superior de Londres decide que la extradición puede llevarse a cabo, las vías legales de Assange en Reino Unido están agotadas, y sus abogados se dirigirán inmediatamente al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para solicitar una orden judicial de emergencia que bloquee la deportación a la espera de que ese tribunal celebre una vista completa sobre su caso en una fecha posterior.

Por otro lado, si los jueces rechazan las alegaciones de Estados Unidos, Assange podrá recurrir su caso de extradición por tres motivos, y es posible que la vista no se celebre hasta el año que viene.

También es posible que los jueces decidan que en la vista del lunes se examine no solo si puede apelar, sino también el fondo de esa apelación. Si le dan la razón en esas circunstancias, podría quedar en libertad.

Stella Assange ha declarado que, sea cual sea el resultado, seguirá luchando por su libertad. Si lo ponen en libertad, piensa seguirlo hasta Australia o hasta donde esté a salvo. Si es extraditado, dijo que todas las pruebas psiquiátricas presentadas ante el tribunal habían concluido que corría un riesgo muy grave de suicidio.

"Vivimos día a día, semana a semana, decisión a decisión. Llevamos años y años viviendo así", declaró a Reuters.

"Esta no es forma de vivir: es muy cruel. Y no puedo prepararme para su extradición, ¿cómo podría? Pero si lo extraditan, haré todo lo que pueda, y nuestra familia va a luchar por él hasta que esté libre".

Con información de Reuters