Máxima Zorreguieta demostró ser una madre comprometida con la educación y formación de sus hijas, Amalia, Alexia y Ariane de Orange. Según relató Ertharin Cousin, exfuncionaria de la ONU y colaboradora cercana de la reina de Países Bajos insistió en que las niñas comprendieran la responsabilidad que conlleva su posición desde pequeñas.
Un ejemplo de la educación rigurosa y los valores que la reina inculca en sus hijas fue compartido por Cousin. Durante una cena en la residencia real, las tres pequeñas salieron en pijama a saludar a los invitados. Cuando su colaboradora les entregó algunos obsequios, Máxima intervino y les recordó a sus hijas que debían ganárselos. Así, Amalia, Alexia y Ariane comenzaron a servir los aperitivos con esmero, asegurándose de atender a todos los invitados antes de recibir los regalos.
Este gesto tan simple refleja la importancia que Máxima otorgó al servicio y la responsabilidad antes de disfrutar de los privilegios asociados a la realeza. A pesar de los lujos que las rodean, la reina siempre deseó que sus hijas no pierdan de vista su deber hacia los demás. Esta perspectiva es compartida por el rey Guillermo Alejandro, y juntos se esfuerzan por garantizar que cada una de sus hijas reciba la atención y el cuidado necesario.
Máxima estableció normas estrictas para sus hijas, con el objetivo de que comprendieran con seriedad y empatía el papel que tienen en la sociedad. Para la reina, esta educación basada en el servicio a los demás les permitirá disfrutar de los privilegios de la realeza de manera justa y responsable. Con dedicación, Máxima dedica un día de la semana a cada una de sus hijas, fortaleciendo los lazos familiares y transmitiendo los valores que considera fundamentales.
Los reyes de Países Bajos tuvieron tres hijas: Amalia, de 20 años, y heredera al trono; Alexia, de 19, que muy pronto se instalará en Reino Unido para completar sus estudios universitarios; y Ariane, de 17, conocida por su defensa activa de los derechos de los animales.
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A los 6 años, Candela Saitta descubrió su pasión por la actuación y desde entonces supo que ese era su camino. Con tan solo 20 años, la joven actriz ya dejó su huella en la televisión argentina, participando en series como El primero de nosotros, Último primer día y Argentina, tierra de amor y venganza II. Sin embargo, un giro inesperado cambió por completo su rumbo profesional al ser convocada para trabajar en la biopic de Máxima Zorreguieta.
En una entrevista exclusiva con ¡HOLA! Argentina, Candela reveló cómo llegó a conseguir un papel protagonista en la serie Máxima y cómo interpretó a una joven reina de Países Bajos. "Fue por casualidad. Estaba en Madrid, donde tuve unas reuniones de trabajo, y me enteré del casting por mi representante en España. Me dijo que era una serie importante y que se trataba del papel de Máxima Zorreguieta cuando era joven", relató la actriz. Después de un intenso proceso de audiciones, finalmente fue seleccionada para el papel y experimentó una gran felicidad ante semejante oportunidad.
Interpretar a una reina no fue tarea fácil, pero Candela confesó que no sintió presión alguna. "Hablamos mucho con los directores sobre el personaje y nos empapamos de toda la historia juntos. Como interpreto a Máxima cuando era chica, fue simplemente ponerme en la piel de una adolescente como lo fui yo, no sentí ningún tipo de presión", aseguró la actriz. Para prepararse, el equipo de maquillaje y peinado usó fotos de Máxima en su adolescencia como referencia, incluso agregando pecas para lograr mayor realismo.
El rodaje de la serie tuvo lugar en Madrid y Segovia, donde recrearon escenarios que simulaban ser Buenos Aires y La Pampa. Con un equipo internacional, la comunicación se realizaba en inglés para que todos pudieran entenderse. A pesar de estar lejos de su familia y amigos, Saitta contó que estuvo bien acompañada por su novio, Lucas Velasco, también actor. Aunque mantienen una relación a distancia, la distancia no fue un obstáculo para ellos durante el rodaje de de la serie, ya que Candela pasó la mayor parte del año en Madrid.
Además de su carrera como actriz, Candela contó que disfruta tocar la guitarra, leer y tomar clases de teatro. Considera que estas actividades son su espacio para experimentar, cometer errores y seguir aprendiendo en su camino artístico.