Hamas advirtió que una próxima incursión militar israelí en la ciudad gazatí de Rafah, frontera con Egipto y último refugio de cientos de miles de palestinos desplazados por la fuerza en Gaza, implicaría el final automático del proceso de negociación para que las milicias palestinas liberen a las decenas de rehenes que siguen en su poder desde el ataque sin precedentes del 7 de octubre en territorio israelí.
"Cualquier ataque sobre Rafah desembocará en la explosión de las negociaciones para un intercambio de prisioneros", declaró un alto responsable de Hamas bajo condición de anonimato al canal Al Aqsa, en comentarios recogidos por el diario israelí Haaretz.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, confirmó la próxima entrada de las fuerzas militares en la ciudad de Rafah para acabar con "los batallones que quedan de Hamas", así como los preparativos de un plan para que la población civil salga de la ciudad, informó la agencia de noticias Europa Press.
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"Vamos a hacerlo. Vamos a llevar a los batallones terroristas restantes de Hamas a Rafah, que es el último bastión, pero lo vamos a hacer", dijo Netanyahu durante una entrevista con el medio estadounidense ABC News.
Con esta decisión, el líder israelí hizo caso omiso al consenso internacional que considera que esta maniobra se trataría de un nuevo desplazamiento forzado y que los palestinos se quedaron sin sitio a donde ir.
Estados Unidos, su principal aliado y promotor, indicó que no apoyaría el envío del Ejército israelí a la ciudad, donde viven más de 1,4 millones de personas, muchos residentes de Gaza que huyeron en busca de seguridad, si Israel no considera el impacto que semejante incursión podría tener.
El Ejército de Israel había designado anteriormente a Rafah como zona segura, y que ahora se convierta en el próximo objetivo de la guerra de Israel hace saltar las alarmas en todo el mundo.
La ONU y otras organizaciones de ayuda expresaron preocupación sobre adónde irían los civiles, si Rafah es invadida por el Ejército israelí.
"Aquellos que dicen que bajo ninguna circunstancia debemos entrar en Rafah básicamente están diciendo que perdamos la guerra. Mantengamos a Hamas allí", dijo al respecto el primer ministro israelí.
El 7 de octubre pasado Hamas protagonizó un ataque sin precedentes sobre territorio israelí que causó la muerte a 1.200 personas, mientras que unas 240 fueron secuestradas, entre ellas una veintena de argentinos.
En represalia, Israel prometió "aniquilar" a Hamas y lanzó una ofensiva que causó la muerte hasta el momento a más de 28.000 personas en Gaza, la gran mayoría civiles, mujeres y niños, según el Ministerio de Salud del movimiento islamista, en el poder en el territorio desde 2007.
Hamas condiciona la liberación de los rehenes a la de presos palestinos en cárceles israelíes.
Un breve intercambio en noviembre pasado acabó frustrado por el retorno a las hostilidades del que ambos bandos se culparon mutuamente.
El alto responsable de Hamas citado hoy por el canal Al Aqsa acusó a Netanyahu de "ahorrarse el precio de este intercambio" a través de la continuación en Rafah "del exterminio en masa y la catástrofe humanitaria en Gaza" y advirtió que, "lo que no han podido conseguir en cuatro meses" desde el comienzo de la guerra, "no lo podrán conseguir nunca por mucho que prolonguen el conflicto".
En tanto, Egipto amenazó con suspender el tratado de paz con Israel si el Ejército israelí envía tropas a Rafah.
Asimismo, los combates en Rafah podrían forzar el cierre de la principal ruta de suministro de ayuda del territorio, indicaron hoy dos funcionarios egipcios y un diplomático occidental, que prefirieron declarar en condición de anonimato, informó Haaretz.
La amenaza de suspender los Acuerdos de Camp David, piedra angular de la estabilidad regional durante casi medio siglo, se produjo después de que Netanyahu dijera que enviar tropas a Rafah era necesario para ganar la guerra de cuatro meses contra Hamas.
Qatar, Arabia Saudita y otros países se sumaron a las advertencias sobre las graves repercusiones si Israel entra en Rafah.
Poco después, el brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezzedin al Qasam, dijeron en un comunicado que al menos dos rehenes murieron y otros ocho resultaron heridos como consecuencia de los bombardeos israelíes de "las últimas 96 horas".
"Las condiciones de los prisioneros heridos se ponen más peligrosas ante la imposibilidad de proporcionarles tratamiento adecuado", señalaron las brigadas, que, en un comunicado publicado a través de Telegram, aseguraron que todos los heridos se encuentran en estado grave.
Con información de Télam