El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respondió hoy a un ministro de extrema derecha de su gabinete que dijo que Estados Unidos no apoya totalmente la ofensiva de Israel contra el movimiento islamista palestino Hamas en la Franja de Gaza.
"En lugar de darnos todo su respaldo (el presidente estadounidense Joe), Biden está ocupado dando ayuda humanitaria y combustible (a Gaza), que va a parar a Hamas", dijo el ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, al diario Wall Street Journal.
Los comentarios del ministro llegan luego de que el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, le agradeciera públicamente a su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, y al Gobierno de Biden en general por "sus esfuerzos para promover el regreso de los rehenes, su compromiso con la seguridad de Israel y el liderazgo para fortalecer la seguridad en la región de Medio Oriente".
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Este domingo, Netanyahu dijo antes de una reunión de gabinete que apreciaba "enormemente" el apoyo que había recibido de la gestión Biden desde el estallido del conflicto.
"No necesito ayuda para saber cómo gestionar nuestras relaciones con Estados Unidos y la comunidad internacional, mientras nos mantenemos firmes en nuestros intereses nacionales", dijo Netanyahu, citado por la agencia de noticias AFP.
La guerra fue desencadenada por un ataque de Hamas el 7 de octubre en suelo israelí, que dejó más de 1.200 muertos, según datos oficiales israelíes.
En respuesta, Israel prometió "aniquilar" a Hamas y lanzó una ofensiva militar que ha dejado por el momento 27.365 muertos, la gran mayoría mujeres y menores, según el último balance del Ministerio de Salud palestino.
Desde ese momento, el Gobierno estadounidense ha apoyado a Israel mediante el envío de armas y el apoyo diplomático.
En la entrevista con el diario estadounidense, Ben Gvir insistió con la idea de promover la "emigración voluntaria de los gazatíes" a otros lugares del mundo y brindarles un incentivo económico para esto, propuesta apoyada por muchos miembros del gabinete israelí.
Sin embargo, fue ampliamente criticada y rechazada por movimientos pro derechos humanos y la comunidad internacional, ya que la consideran una violación de la ley internacional.
Con información de Télam