Asociaciones de periodistas del mundo entero instaron a Estados Unidos a retirar la demanda judicial presentada contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, mientras comienzan en Londres las audiencias que pueden determinar su destino, informó hoy la central sindical australiana de periodistas.
"En vísperas de la audiencia clave, que tendrá lugar en Londres, las uniones de periodistas del mundo entero pidieron a Estados Unidos que retire las acusaciones de espionaje formuladas contra Julian Assange", destaca una declaración publicada en la web del sindicato australiano Media, Entertainment and Arts Alliance (MEAA).
La nota recuerda que al australiano Assange lo persiguen por actividades que forman parte de las obligaciones de un periodista, la de "estudiar las fuentes y desenmascarar la actividad criminal", y acota que su condena pondría en peligro la labor periodística a nivel mundial.
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Bajo este llamamiento pusieron sus firmas también la Federación Europea de Periodistas (EFJ), la Federación Internacional de Periodistas (IFJ) y la Unión Nacional de Periodistas del Reino Unido (NUJ), informó la agencia de noticias Sputnik.
En el Alto Tribunal de Londres empiezan hoy las audiencias de dos días llamadas a determinar si el fundador de WikiLeaks tendrá o no la posibilidad de seguir disputando en juzgados británicos el dictamen sobre su extradición a Estados Unidos.
Si el Alto Tribunal no emite la sentencia a favor del periodista y señala que se le han agotado todas las posibilidades de apelación en el Reino Unido, podría empezar el proceso para su extradición a Estados Unidos y su proceso judicial conforme a la ley de espionaje de 1917.
Esta normativa convierte en delito el hecho de que cualquier persona transmita información con la intención de interferir con el enjuiciamiento de las fuerzas armadas estadounidenses en el esfuerzo de guerra o para promover el éxito de los enemigos del país.
Assange, imputado de 18 cargos penales, podría ser condenado a 175 años de prisión en Estados Unidos.
Sin embargo, la defensa del periodista aún puede presentar el caso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos como una de las últimas posibilidades de evitar la extradición a Estados Unidos.
Los abogados de Assange advirtieron que, si su defendido resultase condenado, ningún periodista en el mundo estaría a salvo de eventuales escrutinios y persecuciones gubernamentales.
La organización WikiLeaks fue fundada por Assange en 2006, pero saltó a la fama en 2010, cuando comenzó a publicar filtraciones a gran escala de información gubernamental clasificada, en particular del accionar del Ejército estadounidense en Medio Oriente y relacionada con los prisioneros en la Bahía de Guantánamo.
Gran parte de esa información le fue proporcionada por la exsoldada estadounidense Chelsea Manning, quien también estuvo en prisión entre 2010 y 2017, cuando su pena fue conmutada por el entonces presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Manning le envió a Assange videos de lo que se conoció como «Asesinato colateral», imágenes que muestran cómo un helicóptero estadounidense mata a un grupo de civiles en Irak del que formaban parte dos periodistas de la agencia Reuters, también documentos secretos que derivaron en las publicaciones de los Diarios de la Guerra de Afganistán en julio de 2010 y de los Registros de Guerra en Irak, en octubre de 2010, además de la filtración de los cables diplomáticos en WikiLeaks.
En total, casi medio millón de registros de las guerras de Irak y Afganistán, y más de 250.000 cables diplomáticos.
En junio de 2012, el entonces presidente ecuatoriano Rafael Correa le brindó asilo a Assange en la embajada de Ecuador en Londres, para evitar su extradición.
Sin embargo, luego de que el sucesor y supuesto delfín de Correa, Lenín Moreno, llegase al Gobierno ecuatoriano, Assange fue expulsado de la embajada y detenido en Inglaterra por solicitud de Estados Unidos.
El periodista se encuentra detenido en una prisión de alta seguridad londinense desde ese momento, y tanto su familia como organizaciones de derechos humanos, periodísticas e incluso el papa Francisco denuncian las pésimas condiciones de su cautiverio y alertan sobre el grave deterioro de su salud en los últimos años.
En junio de 2022, la entonces titular del Ministerio del Interior británico, Priti Patel, aprobó la extradición del fundador de WikiLeaks a Estados Unidos, después de investigar su caso en la Corte de Magistrados de Westminster y en el Alto Tribunal de Londres.
Los juzgados británicos no llegaron a la conclusión de que la extradición de Assange fuera una medida represiva o injusta.
En junio de 2023, Assange presentó su última apelación en el Alto Tribunal de Londres, en la que intentó disputar el dictamen del juez Jonathan Swift, quien declinó la apelación presentada por los abogados del periodista contra la orden de extradición.
Con información de Télam