Un juez estadounidense puso fin el viernes a la protección por quiebra de Rudy Giuliani, permitiendo que procedan demandas por difamación, acoso sexual y otras denuncias contra el exabogado de Donald Trump.
El juez estadounidense de quiebras Sean Lane en White Plains, Nueva York, también prohibió a Giuliani declararse en bancarrota durante un año.
Giuliani, de 80 años, se declaró en quiebra en diciembre después de que un tribunal de Washington DC ordenara al exalcalde de la ciudad de Nueva York pagar 148 millones de dólares a dos trabajadores electorales de Georgia a quienes acusó falsamente de manipular votos en las elecciones presidenciales de 2020, que ganaron los demócratas.
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La quiebra impidió que los trabajadores electorales cobraran esa sentencia, al tiempo que congeló otras demandas derivadas del trabajo de Giuliani para Trump, el expresidente republicano, mientras buscaba revertir su derrota en las elecciones de 2020.
El fallo del viernes permite a los acreedores de Giuliani reanudar las demandas contra él, pero le da libertad para apelar la sentencia por difamación de 148 millones de dólares que lo obligó a buscar protección por bancarrota.
Los extrabajadores electorales de Georgia, Wandrea "Shaye" Moss y su madre Ruby Freeman, argumentaron que Giuliani debería ser despojado de su protección por bancarrota para intentar cobrar la sentencia de 148 millones de dólares en su contra.
Los otros acreedores de Giuliani incluyen a la exempleada Noelle Dunphy, quien lo acusó de agresión sexual y robo de salario, y las empresas de máquinas de votación Dominion y Smartmatic, que también lo demandaron por difamación.
Giuliani ha negado las acusaciones.
Con información de Reuters