El oleoducto colombiano Caño Limón-Coveñas sufrió el miércoles un nuevo ataque con explosivos, prolongando la suspensión del bombeo de crudo entre los campos de producción del noreste del país y un puerto del Caribe desde donde se exporta, dijo Cenit, la filial de Ecopetrol dedicada al transporte de hidrocarburos.
El más reciente atentado, el décimo quinto en las últimas semanas, se registró en zona rural del municipio de Cubará, en el departamento de Boyacá, obligando a activar el plan de emergencia y contingencia para controlar el derrame de crudo y la contaminación ambiental, reportó Cenit.
Ecopetrol advirtió previamente que los ataques contra los oleoductos Caño Limón-Coveñas y Bicentenario comenzaron a afectar sus operaciones y podrían reducir la producción de petróleo y gas en medio de un bloqueo de carreteras por una protesta de camioneros que se oponen a un alza del precio del diésel.
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El bombeo de petróleo por el oleoducto estaba detenido por otros ataques previos, reveló un portavoz Cenit, quien explicó que la reanudación dependerá de que las Fuerzas Militares aseguren la zona en donde se registraron los atentados y se concluyan los arreglos.
Hasta el momento las exportaciones de petróleo no han sido suspendidas, precisó la misma fuente.
La filial de Ecopetrol no atribuyó el ataque a ninguna organización, pero según las Fuerzas Militares en la zona tienen presencia guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC que se apartaron de un acuerdo de paz firmado en 2016 para poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo que ha dejado 450.000 muertos.
Un cese bilateral al fuego con el ELN expiró hace un mes en medio de una crisis en la negociación de paz entre el Gobierno del presidente Gustavo Petro y ese grupo guerrillero, que reanudó los ataques a las Fuerzas Militares y a la infraestructura petrolera del país, según fuentes de seguridad.
El Oleoducto Caño Limón-Coveñas, de 773 kilómetros de longitud y con capacidad para transportar hasta 210.000 barriles diarios de crudo, es blanco de frecuentes ataques, algunos de los cuales provocan incendios y contaminación de ríos y quebradas, según Cenit.
En el 2023 se registraron 27 voladuras de oleoductos en el país sudamericano de 50 millones de habitantes, de acuerdo con estadísticas del Ministerio de Defensa.
Con información de Reuters