La ciudad ucraniana de Lviv, en el oeste del país, se quedó hoy sin electricidad, agua ni calefacción tras una serie de ataques rusos con misiles contra instalaciones eléctricas, informó el alcalde.
"Toda la ciudad está sin luz. Estamos esperando más información de los expertos", dijo el alcalde, Andrii Sadovi, en Telegram, y agregó que "debido a la falta de electricidad, se suspendió temporalmente el suministro de calefacción y agua".
En un mensaje a la ciudadanía, Sadovi avisó que los mensajes enviados por altavoces también podían presentar fallas, al igual que los semáforos.
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"¡Conductores, estén atentos y sean mutuamente corteses! El 70% de los semáforos no funcionan. Después de la ruptura, los reguladores trabajarán en las intersecciones más difíciles", indicó.
Asimismo, informó que los alumnos de colegios y jardines de infantes estaban en albergues junto a maestros y padres, y que solo los podrían retirar de allí cuando terminen de sonar las alarmas.
El suministro se cortó después de un ataque masivo con misiles rusos que también afectó las provincias de Kiev, Odesa, a orillas del mar negro, y Dnipropetrovsk, en el centro del país, según la prensa ucraniana.
El Gobierno ucraniano aseguró hoy que los ataques contra la industria energética "no ayudarán a Rusia a fortalecer sus posiciones" ni "ni frenarán el avance de las fuerzas para liberar los territorios temporalmente ocupados", informó la agencia de noticias Europa Press.
La viceministra de Defensa, Hanna Maliar, precisó que la "amplia mayoría de los misiles del enemigo han golpeado infraestructura energética" y aseguró que estos ataques estaban "dirigidos hacia la población civil".
"Esto no desmotivará a la población civil. El enemigo se equivoca si piensa que la destrucción de estas infraestructuras distraerá a las fuerzas ucranianas y las alejará del frente en el este y el sur", aseveró Maliar.
Con información de Télam