La situación en la central de Zaporiyia es grave pero se está estabilizando, estimó el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, tras visitar hoy la instalación nuclear en Ucrania, mientras Kiev aseguró que su ejército "avanza" en su contraofensiva a pesar de una "poderosa resistencia" de las tropas rusas.
"Por un lado, la situación es grave, y hay consecuencias. Al mismo tiempo, se tomó una serie de medidas para estabilizar la situación. Nuestro trabajo de evaluación de la situación continuará", declaró Grossi a la prensa, consignó la agencia de noticias Sputnik.
El jefe del OIEA expresó su esperanza de que la planta nuclear vuelva a funcionar a pleno rendimiento cuando se detengan las hostilidades.
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Grossi llegó hoy a la central nuclear del sur de Ucrania, controlada por Rusia desde marzo del año pasado, para estudiar el impacto de un ataque a una represa que afectó las reservas de agua que enfrían sus reactores.
La central atómica de Zaporiyia quedó en medio de bombardeos desde que el Ejército ruso la tomó al inicio de la invasión de Ucrania y Grossi ya advirtió múltiples veces sobre el riesgo de que un ataque provoque una fuga radiactiva catastrófica.
La situación se agravó luego de que un ataque que la semana pasada destruyó la represa de Kajovka, de la vecina provincia de Jerson, causó una reducción del nivel de las reservas de agua de su embalse, que enfrían los seis reactores de la central.
Los reactores están inactivos desde hace meses, pero se tiene que enfriar constantemente el combustible en el centro de las unidades y de las piscinas de almacenamiento para evitar un posible accidente de fusión y emisiones radioactivas en el medioambiente.
Grossi dijo ayer a su llegada a Kiev que no había "peligro inmediato", pero que el nivel de agua de la piscina de refrigeración era motivo de preocupación.
La de hoy es la tercera vez que Grossi visita la central desde que empezó la guerra, luego de otra a fines de marzo pasado y una primera en septiembre de 2022, y este jueves consideró que la planta tenía "agua suficiente".
"Pude ver la piscina de refrigeración (...) las compuertas de alimentación, los canales que constituyen el sistema esencial para la refrigeración" de la central, explicó.
Rusia y Ucrania se acusaron mutuamente del ataque a la represa, que regula el flujo del río Dniéper, el más largo de Ucrania, y cuya destrucción dejó completamente inundadas numerosas localidades de la provincia de Jerson, cuyo control se reparten Kiev y Moscú.
En el frente, los combates continuaron en el marco de la ofensiva lanzada por el ejército ucraniano en al menos tres sectores y Kiev informó de la conquista de un puñado de localidades.
La viceministra de Defensa ucraniana, Ganna Maliar, anunció que en el sur hay "un avance gradual pero seguro" de las tropas de su país, a pesar de una "poderosa resistencia" de las fuerzas rusas.
"Las fuerzas armadas ucranianas se enfrentan al minado total de los campos", señaló, refiriéndose también al "uso de drones explosivos" e "intensos bombardeos" rusos, reseñó AFP.
En el este, las fuerzas ucranianas han avanzado "más de tres kilómetros" en los últimos diez días en el área de Bajmut, agregó Maliar en una conferencia de prensa, diciendo que "el enemigo está movilizando reservas adicionales".
Periodistas de AFP vieron hoy en la región de Donetsk una unidad de artillería que bombardeaba a las fuerzas rusas de Bajmut. Los soldados ucranianos indicaron que avanzaban lentamente por los flancos norte y sur de la ciudad.
En total, el Ejército ucraniano ha tomado "más de 100 kilómetros cuadrados" en una semana de combates, dijo Oleksii Gromov, funcionario del Estado mayor del ejército ucraniano.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo ayer que los ataques ucranianos fueron rechazados uno tras otro y que las pérdidas del oponente fueron "catastróficas".
De todas formas, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, aseguró hoy en que "los ucranianos todavía tienen una gran capacidad de combate, una gran potencia de combate" y que pueden "recuperar y reparar los equipos dañados".
En un encuentro del Grupo de Contacto para Ucrania, formado por 50 países que dan ayuda militar a Kiev, los aliados occidentales anunciaron que darán "centenares de misiles de defensa aérea de corto y medio alcance" a los ucranianos para proteger sus infraestructuras.
Rusia también ha continuado su campaña de bombardeos, principalmente nocturnos, de centros urbanos de Ucrania.
La ciudad natal del presidente Volodimir Zelenski, Krivoi Rog, fue golpeada por misiles por segunda vez en tres días. Tres misiles alcanzaron "dos empresas industriales que no tienen nada que ver con el Ejército", dijo el jefe de la administración militar local Oleksandre Vilkoul en la red de mensajería Telegram, informando de un herido.
El día anterior, 12 personas murieron en el bombardeo de un edificio de departamentos y un almacén. Según las fuerzas aéreas de Ucrania, un cuarto misil y 20 drones lanzados desde el norte y el sur fueron interceptados por la defensa aérea en todo el país.
A su vez, desde Moscú, la Comisión Electoral rusa anunció hoy que celebrará "elecciones" locales el próximo 10 de septiembre en los territorios ucranianos ocupados durante la guerra, y que el Kremlin reivindicó como anexados en septiembre pasado.
Según la comisión, estos comicios tienen como objetivo elegir a asambleas regionales y consejos municipales, en un momento en el que arrecian los combates en estas cuatro regiones: Lugansk, Donetsk, Zaporiyia y Jerson.
Con información de Télam