Fin del impuesto PAIS: normalización cambiaria y advertencia por la demanda de dólares

Los economistas subrayan que es un paso necesario previo a la salida del cepo, pero ven riesgos por el abaratamiento de las importaciones.

23 de diciembre, 2024 | 00.05

El impuesto PAIS dejó de existir para siempre este lunes 23 de diciembre. Aunque los analistas destacan el paso hacia la normalización cambiaria y el guiño hacia la salida del cepo, algunos también advierten sobre su posible efecto negativo sobre la balanza comercial en un momento de escasez de dólares.

El gobierno de Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, se encuentra en un lugar complicado. Por un lado, necesita dar señales políticas y económicas concretas en favor de la salida del cepo cambiario, bajo el nuevo desafío, una vez estabilizada la macro, de comenzar la etapa del crecimiento real.

Por el otro, debe asegurarse de que, en el contexto de unas reservas que se mantienen negativas en más de 2.000 millones de dólares, el fin del impuesto PAIS no revierta lo acumulado por el Banco Central en los últimos dos meses ni genere un gran aumento en la demanda de divisas que impacte negativamente en el tipo de cambio y en la inflación.

Obviamente, el Gobierno ya decidió priorizar la primera opción, y no arrastrar la carga política de renovar este impuesto distorsivo para el tipo de cambio una vez terminado el último de los cinco períodos fiscales por los que fue establecido el 22 de diciembre de 2019.

Esto implica que desde este lunes es más accesible el dólar tarjeta (equiparado ya desde 2023 al dólar ahorro), que bajará un 30% y pasará de vale unos 1.688 pesos a unos 1.355 pesos, aproximadamente. Una novedad delicada en el contexto del actual atraso cambiario, por el que se anticipan cifras récord para el turismo emisivo este verano.

Pero, además, la eliminación del impuesto PAIS abaratará las importaciones en general, ya que también gravaba con un 7,5% a los servicios de fletes desde el exterior y con un 25% a la adquisición de servicios fuera del país en el rubro financiero, de informática, de construcción, de comercio, de telecomunicaciones, de mantenimiento o de seguros. 

Asimismo, abaratará el giro de utilidades y dividendos al exterior y la compra de BOPREAL para la cancelación de deuda comercial, gravados con una alícuota del 17,5%.

Los pro y los riesgos del fin del impuesto PAIS

En este contexto, la opinión de los economistas oscila entre quienes destacan el paso adelante en la necesaria normalización cambiaria y quienes, más allá de eso, advierten sobre lo riesgoso de la medida en medio de la falta de divisas y del dólar barato.

Algunos ven que, pese a la falta de reservas, no habrá una mayor demanda que genere movimientos bruscos sobre el precio del dólar. "Difícilmente hoy sea un factor de preocupación para el tipo de cambio, siempre que los que venían viajando al exterior (y gastando en dólares) ya lo venían haciendo. Con dólares propios, o con dólar oficial, al precio que está este último, va a seguir la indiferencia", aseguró Joel Lupieri, analista financiero de la consultora EPyCA.

En el mismo sentido, Leonardo Chialva, economista de la consultora Delphos, destacó a El Destape que la eliminación del impuesto PAIS "es otro gran paso para seguir normalizando el mercado cambiario" y "el paso previo en el proceso gradual encarado para desarmar el cepo", con el "dólar blend" como el que debería ser el próximo objetivo, con el fin de liberaro los "stocks de pesos atrapados de grandes empresas". "Hoy, en 90% de los actores económicos ya pueden transaccionar nomarmente en el MULC. Eso es un gran logro. La desaparición del impuesto PAIS entiendo es otro paso necesario", resumió.

Carolina Berardi, economista del CEPA, explica que "en términos de balanza turística no se espera que tenga un gran impacto, porque aún sin impuesto PAIS, el dólar tarjeta continuará siendo más caro que el dólar financiero, con lo cual quienes demanden dólares para turismo es de esperar que los adquieran a través del dólar MEP", aunque agrega que "si la brecha se ampliara, sí podría ser eventualmente un problema".

Sin embargo, Berardi agrega que el principal problema puede eventualmente pasar por la balanza comercial. "Implica abaratar las importaciones, y eso podría tensar la balanza comercial impulsando una mayor demanda de dólares en el mercado oficial. Tengamos en cuenta que hace ya cinco meses que la cuenta corriente es negativa y esto podría profundizarlo", señaló. 

De manera similar, Haroldo Montagu, exviceministro de Economía y socio de la consultora Vectorial, alerta que "en este contexto de apreciación del peso, aumento de demanda de dólares por cuestiones estacionales como el aguinaldo y las vacaciones, sumado al verano récord de argentinos que va a tener Brasil y Chile, algún nivel de preocupación puede generar" el fin del impuesto PAIS.

Montagu advierte especialmente sobre la fuerte intervención que tuvo que hacer el Banco Central la última semana, con más de 200 millones de dólares vendidos en un solo día, para evitar que se dispare la brecha, un escenario que corre más riesgo de repetirse con un dólar más accesible.

Además, el fin del impuesto PAIS también genera riesgos indirectos a partir del frente externo, producto de "la caída de los precios de materias primas como el petróleo, la recesión en Estados Unidos o su guerra comercial con China", explica Chialva, lo que agravaría un posible problema por el timpo de cambio más apreciado.

Por último, la desaparición de este tributo genera una incógnita sobre si se va a financiar alternativamente, y cómo, las áreas a las que estaba destinado, sobre todo el PAMI y la ANSES, recuerda Berardi, y alerta que el primero de esos organismos ya se adelantó mediante el recorte a los medicamentos gratuitos.