Taiwán denunció hoy la incursión de once aviones y dos embarcaciones militares de China sobre su espacio aéreo y marítimo, ante lo cual respondió con el envío de sus fuerzas, en otro episodio que agravó el largo conflicto que protagonizan ambas partes.
El hecho se produjo a lo largo de todo el perímetro de la isla, informó el Ministerio de Defensa taiwanés en sus redes sociales.
En respuesta, las Fuerzas Armadas de Taiwán enviaron aviones y buques militares, a la vez que desplegaron su sistema de defensa aérea para monitorear las actividades chinas.
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Estas incursiones siguen el patrón habitual marcado durante los últimos meses por el Ejército chino, que llegó a efectuar simulacros de fuego real en la costa del estrecho a raíz de la visita no oficial a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi.
La misma fue considerada por China uno de los peores agravios diplomáticos de los últimos tiempos al interpretarla como un gesto de reconocimiento de Estados Unidos a la independencia de Taiwán.
El secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, advirtió esta semana que China quiere apoderarse de Taiwán "en un plazo mucho más rápido" de lo que se había considerado anteriormente.
"Hemos visto surgir una China muy diferente en los últimos años bajo el liderazgo de Xi Jinping", alegó Blinken en un foro en la Universidad de Stanford con la exsecretaria de Estado Condoleezza Rice.
El jefe de la diplomacia estadounidense sostuvo que Xi estaba conduciendo a China en una dirección más agresiva.
"Es más represiva en casa, es más agresiva en el exterior. Y en muchos casos eso plantea un desafío a nuestros propios intereses, así como a nuestros propios valores", expuso el funcionario.
Xi, que está a punto de asegurarse un tercer mandato de cinco años al frente de la nación más poblada del mundo, elogió el domingo pasado en el Congreso del Partido Comunista chino (PCCh) los logros de su década en el poder y reafirmó su promesa de "reunificar" algún día a su país y Taiwán.
Blinken acusó a Xi de "crear una tensión tremenda" al cambiar su postura respecto a la autonomía de Gobierno de Taiwán.
A la vez, resaltó que había tomado una "decisión fundamental de que el statu quo ya no era aceptable, y que Beijing estaba decidido a buscar la reunificación en un plazo mucho más rápido", aunque no hizo estimaciones de fechas.
En respuesta, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, acusó a Estados Unidos de haber cambiado su propia postura hacia Taiwán, citando ejemplos como la visita de Pelosi y la venta de armas a la isla en septiembre.
Se espera que Xi se reúna con su par estadounidense, Joe Biden, en el marco de la Cumbre del G20 el próximo mes en Bali, su primera reunión desde que el mandatario demócrata asumió el cargo.
China y Taiwán están separadas de hecho desde 1949, cuando las tropas comunistas de Mao Zedong derrotaron a los nacionalistas, que se refugiaron en la isla.
Estados Unidos reconoció en 1979 al gobierno de Beijing como el de toda China, incluyendo a Taiwán, aunque no cejó en dar respaldo militar a la isla.
La "reunificación" de China es un objetivo prioritario para Xi Jinping.
Con información de Télam