El Kremlin acusó hoy a las autoridades ucranianas de querer convertir la planta de Zaporiyia en una "bomba nuclear sucia" al denunciar constantes ataques a las instalaciones de la central, la más grande de Europa, de los cuales Kiev y Moscú se culpan mutuamente.
La portavoz de la cancillería rusa, Maria Zajarova, aseguró que los "bombardeos intencionados de Ucrania" constituyen "un verdadero chantaje nuclear", que merecen la calificación de "actos de terrorismo".
"La idea consiste en hacer todo lo posible para amenazar una instalación nuclear que usar como una bomba nuclear sucia", dijo en declaraciones al Canal 1 de la televisión rusa reproducidos por la agencia de noticias TASS.
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Una bomba nuclear sucia, o "bomba sucia", como es descripta por los organismos internacionales, es un artefacto explosivo capacitado para diseminar material radiactivo, con una capacidad destructiva sensiblemente menor al de un arma nuclear pero que, de todas formas, representa una grave amenaza por su carácter contaminante.
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de bombardear la central nuclear y poner el conflicto a las puertas de una conflagración nuclear.
Zajarova aludió a declaraciones de ayer del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, que llamó a la OTAN a lanzar ataques "preventivos" contra el territorio ruso, una decisión que para la vocera evidencia que Kiev no es capaz de percibir adecuadamente la situación real ni comprende qué es la energía nuclear.
"Es una confesión directa del régimen de Kiev por la criminalidad absoluta de su ambición", declaró, citada por la agencia de noticias Europa Press.
Ayer, Zelenski, al intervenir en una videoconferencia en el Instituto Lowy de Australia, llamó a lanzar ataques "preventivos" y no "esperar ataques nucleares de Rusia".
Posteriormente, uno de sus voceros indicó que el mandatario ucraniano se refería al período anterior al 24 de febrero, fecha en la que el Kremlin lanzó su invasión a gran escala.
"En aquel momento, era necesario aplicar medidas preventivas para evitar que Rusia iniciara una guerra. Permítanme recordarles que las únicas medidas que se discutieron en ese momento fueron las sanciones preventivas", dijo el portavoz Sergei Nikiforov.
Por otra parte, expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) alertaron el mes pasado que la situación actual en la central nuclear de Zaporiyia es "insostenible".
La región donde está ubicada, Zaporiyia, es una de las cuatro -junto a Jerson, Donetsk y Lugansk- que Rusia anexó tras organizar sendos referendos que los aliados de Ucrania consideran carentes de legitimidad.
Sobre esta anexión, el jefe del OIEA, el argentino Rafael Grossi, señaló ayer que la central nuclear de Zaporiyia es "evidentemente" ucraniana, luego de mantener una reunión con Zelenski en la capital ucraniana.
Grossi informó hoy que un equipo de expertos de la agencia nuclear de la ONU viaja hacia la planta para reemplazar a los dos especialistas de España y Rumanía que están de forma permanente en el lugar.
Precisó que el nuevo grupo de expertos estará integrado por ciudadanos de Irlanda, Canadá, Lituania y Eslovaquia.
El 1 de septiembre pasado, una misión del OIEA llegó a la central nuclear, y tras la visita, el organismo publicó un informe confirmando los bombarderos contra las instalaciones.
La planta permanece inoperativa desde el 11 septiembre, cuando la empresa ucraniana Energoatom, que opera la central, anunció haber desconectado el sexto reactor, el último que seguía activo.
Con información de Télam