Rusia abrió hoy una investigación a un conocido periodista por considerar que publicó "informaciones falsas" sobre acciones de su ejército en Ucrania, en lo que fue la primera aplicación de una ley que prevé hasta 15 años de cárcel de ser encontrado culpable.
El periodista Alexandre Nevzorov es investigado por haber "de forma intencionada publicado falsas informaciones sobre un bombardeo deliberado del ejército ruso contra una maternidad de Mariupol", en el sudeste de Ucrania, precisó el Comité ruso de Investigación, a cargo de asuntos judiciales relevantes
De acuerdo con la nueva legislación rusa, Nevzorov, quien todavía no ha sido localizado por las autoridades, fue acusado de "difundir de manera deliberada mensajes falsos con apariencia de verosimilitud sobre las acciones de las Fuerzas Armadas", en este caso sobre el ataque mencionado contra uno de los principales escenarios de la guerra.
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Según la investigación, Nevzorov publicó en su perfil de Instagram, bloqueado en Rusia, y en su canal de YouTube "información falsa" sobre el bombardeo del centro de salud, atribuido "erróneamente" a las Fuerzas Armadas, según el Kremlin.
"Las publicaciones iban acompañadas de fotografías poco fiables de civiles víctimas de los bombardeos. Los medios de comunicación ucranianos son las fuentes de distribución de estas imágenes. El Ministerio de Defensa de la Federación Rusa ha anunciado oficialmente la falsedad de la información difundida en Internet", ampliaron las autoridades en un comunicado, según reporta la agencia de noticias Interfax y recogen AFP y Europa Press.
Nevzorov no fue el único profesional de los medios de comunicación que ha sido señalado por las autoridades rusas en las últimas horas.
Ayer, fue el periodista ucraniano Dimitri Gordon por difundir mensajes a través de su canal de YouTube que presuntamente incitan al odio, como llamar a la guerra contra Rusia y sus ciudadanos.
El 9 de marzo pasado se produjo un bombardeo sobre un hospital de maternidad de Mariupol que dejó al menos tres muertos, entre ellos un niño, y una veintena de heridos.
El Ayuntamiento de la ciudad acusó a las fuerzas rusas de destruir de forma intencional infraestructuras civiles, lo que Moscú negó de forma rotunda calificando lo ocurrido de "provocación montada" para "promover los ánimos antirrusos en Occidente".
Con información de Télam