Una potencial vacuna contra el coronavirus comenzó a probarse en humanos este lunes. Los ensayos son realizados por Pfizer y la compañía farmacéutica alemana BioNTech en los Estados Unidos y podría estar disponible en septiembre, pero sólo para uso de emergencia. Ya hubo pruebas en Alemania.
Está basada en material genético conocido como ARN mensajero. Éste lleva instrucciones para que las células produzcan proteínas y podría explicarle al organismo cómo evitar que la proteína de la púa del coronavirus pueda entrar sin enfermar a una persona. Ésta es la que utiliza para unirse a un receptor que funciona como la puerta de entrada a una célula humana.
Esa proteína es la que permite la entrada a las células pulmonares y el objetivo de la vacuna es entrenar al sistema inmunológico saludable para producir los anticuerpos necesarios para combatir la infección.
El mes pasado, Pfizer y BioNTech inyectaron a los primeros voluntarios con la vacuna BNT162. Fueron 12 adultos sanos, pero el ensayo se ampliará a 200 participantes. En Estados Unidos, las farmacéuticas planean probar la vacuna en 360 personas para la primera etapa del estudio y 8.000 hacia el final de la segunda.
El estudio se realizará en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, el Centro Médico de la Universidad de Rochester y el Centro Médico del Hospital Infantil de Cincinnati. Habrá cuatro grupos en los que se probarán cuatro variantes de la vacuna con un ARN mensajero que tenga diferentes instrucciones para afectar la proteína de punta.
Hace un par de semanas, Moderna, Inovio, CanSino y otras compañías farmacéuticas comenzaron con la primera fase de pruebas en humanos, probando enfoques similares. Sin embargo, sostuvo el New York Times, ninguna que se haya realizado con esta tecnología llegó al mercado mundial.