Tres relatores especiales de Naciones Unidas exhortaron hoy a la comunidad internacional a actuar para detener la demolición "sistemática y deliberada" de viviendas palestinas por parte de Israel, una política que califican de "domicidio" y que en enero, tras la asunción del nuevo Gobierno, aumentó en un 135% respecto del mismo mes de 2022.
"La destrucción sistemática de viviendas palestinas, la construcción de asentamientos israelíes ilegales y el rechazo sistemático a conceder permisos de construcción a los palestinos en Cisjordania ocupada es un 'domicidio'", advirtieron los expertos independientes en un comunicado.
Solo en enero, las autoridades israelíes supuestamente demolieron 132 estructuras palestinas en 38 comunidades de Cisjordania ocupada, incluido 34 residencias, precisaron en el texto, y remarcaron que las destrucciones habían aumentado un 135% respecto a enero del año previo.
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En 2022, el relator especial de la ONU para el derecho a la vivienda, Balakrishnan Rajagopal, pidió que fuera reconocido como un delito bajo el derecho internacional el término "domicidio", que se define como la destrucción masiva y arbitraria de viviendas civiles durante un conflicto violento.
Hoy, los relatores especiales expresaron en el comunicado que los "ataques directos contra las casas, escuelas, hogares y fuentes de agua del pueblo palestino no son más que intentos de Israel de cercenar el derecho de los palestinos a la autodeterminación y una amenaza a su existencia", informó la agencia de noticias AFP.
Los relatores -que son mandatados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, pero no se expresan en su nombre- mencionaron en particular la situación de los pueblos de Masafer y Yatta, ambos en Cisjordania ocupada.
Más de 1.100 palestinos que residen en estas localidades se enfrentan a un "riesgo inminente de desalojo forzoso, desplazamiento arbitrario y demoliciones de sus casas, hogares, estructuras de agua y saneamiento", detallaron los expertos.
En Jerusalén este, la zona palestina de la Ciudad Santa pero anexada por Israel, "decenas de familias palestinas se enfrentan también a riesgos inminentes de expulsiones y desplazamientos forzados, debido a planificaciones discriminatorias que favorecen la expansión de asentamientos israelíes", lamentaron los expertos.
Israel capturó Cisjordania y Jerusalén este en 1967 en una guerra contra países árabes, y desde entonces los colonizó. Los palestinos exigen los territorios para su futuro Estado.
Más de 475.000 israelíes residen en asentamientos en Cisjordania, donde viven 2,8 millones de palestinos.
Ayer, el nuevo Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, el más de derecha de la historia de Israel, anunció que "legalizará" nueve asentamientos en Cisjordania ocupada, en respuesta a una serie de ataques palestinos en Jerusalén este.
La comunidad internacional considera que todos los asentamientos israelíes en Cisjordania son ilegales. Israel llama ilegales a aquellos construidos sin la autorización del Gobierno israelí.
Con información de Télam
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