Los desplazados por los violentos ataques de la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el noreste de Colombia ascendieron a 32.000, informaron las autoridades, mientras la Fiscalía General reactivó el miércoles las órdenes de captura contra los líderes del grupo rebelde.
La reciente escalada de violencia y la revocatoria de los beneficios jurídicos contra los máximos líderes del ELN confirman la crisis de la política de paz del presidente Gustavo Petro, que ahora depende de potenciales acuerdos con un universo limitado de guerrillas y bandas criminales, que representan solo un 10% de las filas de los grupos armados ilegales del país.
Los ataques del Ejército de Liberación Nacional contra un grupo que surgió de la antigua guerrilla las FARC, exrebeldes acogidos a un acuerdo de paz y líderes sociales en la región del Catatumbo, en la frontera con Venezuela, desató la más grave crisis humanitaria reciente de Colombia y provocó la decisión de Petro suspender el diálogo de paz con el ELN.
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"Continúa la crisis en el Catatumbo. Tenemos información de 32.000 personas desplazadas", dijo el martes en la noche la defensora del pueblo, Iris Marín. La mayoría de las personas desplazadas se encuentran en albergues en las ciudades de Cúcuta, Ocaña y Tibú, precisó.
La funcionaria reveló que se recuperaron los cuerpos de 35 personas asesinadas, mientras que las Fuerzas Armadas continúan la evacuación de habitantes de la región "en riesgo extremo".
La Defensoría del Pueblo y la Gobernación de Norte de Santander reportaron el fin de semana el asesinato de 80 personas.
Por su parte la Fiscalía General anunció que "revocó los beneficios de suspensión de las órdenes de captura que tenían, desde los años 2022 y 2023, 31 representantes de ese grupo alzado en armas quienes habían sido reconocidos por el Gobierno Nacional como voceros para hacer parte de la mesa de diálogos".
El ELN aseguró en un comunicado que su ofensiva es contra una facción de las antiguas FARC que mantiene un diálogo de paz con el Gobierno y exrebeldes que apoyaban a ese grupo, pero negó atacar o perseguir civiles.
El Catatumbo, con más de 43.000 hectáreas de hoja de coca, es considerada una zona estratégica para el narcotráfico por su cercanía con Venezuela, desde donde los grupos armados ilegales exportan la cocaína, según fuentes de seguridad.
EL dialogo con el ELN era la principal apuesta de Petro para terminar un conflicto interno de seis décadas que ha dejado más de 450.000 muertos.
Fuentes de seguridad afirman que el ELN, con más de 6.000 integrantes, se fortaleció militarmente financiado con el narcotráfico y la minería ilegal, y aumentó su control territorial en medio del diálogo de paz con Petro.
Con información de Reuters
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