Manifestantes iraquíes fueron hoy reprimidos por la policía cuando protestaban en Bagdad por la quema de ejemplares del Corán en Europa, tras lo que consideran repetidas profanaciones del libro sagrado de los musulmanes, que volvió a repetirse en Dinamarca.
En la plaza Tahir, en el centro de la capital iraquí, cientos de manifestantes se congregaron hacia la 1 de la madrugada (las 19 de Argentina), al grito de "Sí, sí, al Corán" y blandiendo retratos del influyente líder religioso chiita Muqtada Al Sadr, informó la agencia de noticias AFP.
La policía había cortado el acceso a la Zona Verde -la zona más segura, que alberga las instituciones del Gobierno y varias embajadas- pero los manifestantes intentaron acceder por la fuerza.
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Tras choques entre la policía y los manifestantes, las fuerzas de seguridad lograron dispersarlos antes del amanecer, según un responsable del Ministerio del Interior que pidió preservar su identidad.
Según él, los manifestantes intentaban llegar a la embajada de Dinamarca, luego de que se conocieran informes de la prensa sobre una profanación del Corán en Copenhague, la capital danesa.
El movimiento de extrema derecha Patriotas Daneses publicó ayer en su página de Facebook el video de un hombre quemando un libro y pisoteando una bandera iraquí.
La inspectora jefa adjunta de la policía de Dinamarca, Trine Fisker, confirmó que hubo una "pequeñísima manifestación" frente a la embajada de Irak y que se quemó un libro, pero no pudo confirmar si se trató del Corán.
La agencia oficial de noticias turca, Anadolu, precisó que la quema se produjo bajo protección policial y en presencia de representantes de medios de comunicación, según recogió la agencia de noticias Europa Press.
Un día antes, los partidarios de Al Sadr incendiaron la embajada de Suecia en Bagdad, en respuesta a dos profanaciones recientes del Corán, la primera a fines de junio y la última anteayer, a manos de un refugiado iraquí, Salwan Momika, de 37 años.
Esto desató una crisis diplomática entre Suecia e Irak, que expulsó a la embajadora sueca.
La Cancillería iraquí condenó hoy en un comunicado "la profanación del santo Corán y de la bandera iraquí frente a la embajada de Irak en Dinamarca".
"Estos hechos odiosos no pueden ser vistos como libertad de expresión y libertad de manifestación", agregó.
Sin embargo, reafirmó "su compromiso pleno con la convención de Viena" y aseguró que "el Gobierno iraquí responde por la protección y seguridad de las delegaciones diplomáticas".
"No podemos permitir que se reproduzca lo que sucedió en la embajada del reino de Suecia", agregó.
Irán condenó también el incidente en Copenhague.
"El gobierno danés es responsable de impedir los insultos contra el santo Corán y todo lo que es sagrado para el islam, y debe emprender acciones legales para castigar a quienes los insulten", sostuvo el vocero de la cancillería iraní, Nasser Kanani, en un comunicado.
Los incidentes de Suecia ya habían provocado una oleada de condenas, con manifestaciones ayer en Irak, Teherán y Líbano.
Ayer, Emiratos Árabes Unidos convocó al encargado de negocios sueco para "condenar enérgicamente las repetidas autorizaciones dadas por el gobierno sueco" a reuniones durante las cuales se profanó el Corán, según un comunicado de la diplomacia emiratí.
Teherán decretó ayer que no se aceptaría a ningún embajador sueco en Irán hasta que Suecia tome "medidas concretas" para impedir nuevas profanaciones del Corán en su territorio.
La policía sueca declaró que había autorizado tales actos en nombre de la libertad de reunión, pero que ello no significaba que los aprobara.
Con información de Télam