El ciclo hidrológico 2024-2025 del río Pilcomayo inició de manera anticipada el 1 de agosto de 2024, marcando una altura de 2,60 metros en la estación de aforo de Misión La Paz, en Salta. Este nivel permitió un caudal estimado de 40 metros cúbicos por segundo, fundamental para garantizar el flujo mínimo necesario hacia el Bañado La Estrella, en Formosa. La alta carga de sedimentos que transporta el río Pilcomayo puede causar taponamientos en las correderas fluviales, especialmente en zonas sensibles como Río Muerto, Guadalcázar, y La Rinconada, en Los Chiriguanos. En este sentido, el Gobierno provincial desplegó desde diciembre un operativo integral liderado por la Dirección Provincial de Vialidad para evitar desbordes.
A partir de octubre de 2024, las lluvias en la cuenca alta del río en territorio boliviano provocaron cuatro pulsos de crecida significativos, con un pico máximo estimado en 350 m³/s. Estas crecidas continuaron en diciembre y enero, recargando de manera óptima el sistema hídrico. El 6 de enero de 2025, el nivel de agua alcanzó la cota de coronamiento del vertedero de la ruta provincial N°28, logrando una eficiente distribución hacia aguas abajo mediante los canales y sistemas de conducción de la región, como el Canal Lisbel Rivira, el Riacho Monte Lindo y el Canal del Este, entre otros.
Con equipos de maquinaria pesada, como topadoras, excavadoras y motoniveladoras, y personal especializado, se están llevando a cabo tareas de limpieza, desmonte, construcción de terraplenes y espigones disipadores de energía. Estas obras se concentran en sectores clave como Río Muerto, Rinconada Criolla, Quemado Nuevo y El Cañón, buscando proteger a las comunidades y parajes aledaños.
Además de Vialidad Provincial, múltiples organismos provinciales participan activamente en este esfuerzo, incluyendo los Ministerios de Gobierno, Producción y Ambiente, Cultura y Educación, Desarrollo Humano y el Instituto PAIPPA. Todos estos organismos trabajan de manera coordinada para garantizar la seguridad hídrica, el bienestar de los productores y la preservación del ecosistema en el oeste formoseño.
Gracias a una administración eficiente y una gestión ordenada de los recursos, la provincia de Formosa ha podido responder de manera efectiva a este fenómeno cíclico. Más allá de los desafíos que plantea la sedimentación, el Estado provincial reafirma su compromiso con las comunidades afectadas, desplegando recursos humanos y tecnológicos para mitigar los riesgos y asegurar el abastecimiento de agua en la región.
Cómo se estabilizó la situación del Río Pilcomayo
El responsable del sistema participativo de Alerta Temprana de la cuenca del río Pilcomayo, Luis María de la Cruz, informó sobre el estado actual del río y sus posibles impactos en el Bañado La Estrella y las comunidades de la región. Según explicó, aunque el Pilcomayo ha registrado crecidas anticipadas entre octubre y diciembre, actualmente el nivel del agua es estable y no se prevén grandes aumentos en las próximas semanas.
De la Cruz señaló que las condiciones en la cuenca alta son estables y las lluvias recientes no han sido significativas. Esto reduce la posibilidad de ascensos importantes a corto plazo. Sin embargo, destacó que el fenómeno de crecida registrado a finales de octubre "fue inusual, provocando un avance anticipado del agua hacia el Bañado La Estrella, que suele estar seco en esta época del año". Este escenario dejó agua acumulada en zonas como Fortín Soledad y áreas cercanas a la ruta 28, algo poco común para la temporada.
El especialista indicó que, aunque enero suele ser un mes seco, podría registrarse un leve aumento de caudal hacia la segunda quincena del mes. Durante las crecidas de diciembre, el caudal máximo del río fue inferior a 200 metros cúbicos por segundo, con un promedio de menos de 90 metros cúbicos por segundo. Esto sugiere que, por el momento, no hay riesgos significativos de desbordes.
Sin embargo, advirtió que la situación podría cambiar entre fines de enero y marzo si se producen crecidas normales. En ese caso, las áreas centrales del Bañado La Estrella, que actualmente están colmatadas, podrían provocar el desplazamiento del agua hacia los bordes sur y norte, afectando zonas cercanas al Chañaral, Ingeniero Juárez y Fortín Soledad. Este desplazamiento incrementaría los riesgos de anegamientos en las regiones bajas de Formosa.