Más de 30 personas murieron y 159 resultaron heridas en la capital de Libia, Trípoli, donde ayer se enfrentaron grupos armados rivales haciendo temer que se desate una nueva guerra en el país del norte de África.
El nuevo balance del Ministerio de Salud, que actualiza las cifras difundidas ayer, eleva de 13 a 32 el número de personas muertas en los enfrentamientos en la capital libia y de 95 a 159 la cantidad de heridos, informó la agencia de noticias AFP.
Trípoli amaneció en calma este domingo, luego de que el viernes por la noche las ráfagas de tiros y explosiones se extendieran también a otras zonas de la capital libia.
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Los combates, con armas pesadas y ligeras, se produjeron en varios barrios de la capital, en un momento de caos político por la rivalidad entre dos Gobiernos: uno con sede en Trípoli, dirigido por Abdelhamid Dbeibah desde 2021, y otro formado en el este liderado por Fathi Bashagha y apoyado por el bando del mariscal Jalifa Hafter, un militar antiislamista.
Bashaga, cuyo gobierno fue formado en Bengazi, ya intentó tomar el control de Trípoli el 22 de julio, en unos enfrentamientos que dejaron 16 muertos y alrededor de 50 heridos.
Actualmente tiene su sede en Sirte, pero el primer ministro del este del país lleva días amenazando con llevar a cabo una ofensiva definitiva contra la capital.
Dbeibah llegó al poder tras el histórico alto el fuego de 2020, que puso fin a un año de combates entre las fuerzas de Trípoli y las del este del país.
El Gobierno de transición tenía el mandato de llevar al país a elecciones en diciembre pasado, pero nunca se llevaron a cabo debido a las divisiones sobre las reglas y la presencia de candidatos controvertidos.
En febrero, el Parlamento de Bengazi designó a Bashagha al frente de un nuevo Ejecutivo con el respaldo del mariscal Hafter, un militar que sirvió al dictador Muammar Kaddafi pero luego se enfrentó con él, cuyas tropas trataron de conquistar la capital en 2019.
Pero Bashagha no ha conseguido hasta ahora apartar al Ejecutivo dirigido por Dbeibah, que ha afirmado en varias ocasiones que solo entregará el poder a un gobierno electo.
Libia lleva más de una década en crisis y en repetidos episodios de conflicto armado tras la caída de Kaddafi en un levantamiento respaldado por la OTAN en 2011.
Desde entonces, el país ha tenido una decena de gobiernos y no ha conseguido celebrar elecciones presidenciales debido a las fuertes divergencias.
Con información de Télam