CPAC, la vidriera de la ultraderecha global donde Milei busca posicionarse

De qué se trata la convención por la que desfilan los líderes conservadores del mundo, donde Milei intenta instalarse como referente regional y donde Trump apunta a alinear a la tropa. La próxima parada será México y el presidente argentino ya confirmó su participación.

14 de agosto, 2024 | 14.44

El presidente Javier Milei, una vez más, asistirá a la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC en inglés), donde se reúnen los líderes de la ultraderecha global alineada con Donald Trump. Desde su presidencia, el magnate logró dominar ese espacio, así como el Partido Republicano, con su línea MAGA (Make America Greet Again), y busca ser una referencia para “la internacional reaccionaria”. En esta edición, la convención se desarrollará la próxima semana en México, donde la visita del argentino ya despertó resquemores con su par mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO)

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El vocero del Gobierno, Manuel Adorni, dio detalles en conferencia de prensa de la agenda de Milei en México, donde tiene previsto reunirse con empresarios en la capital el viernes 23 de agosto y asistir a la CPAC al día siguiente. Sin embargo, AMLO ya descartó cualquier reunión con el argentino porque no coincide “con su manera de pensar y su forma de ser”. Era más que esperada la actitud del mexicano luego que Milei lo tratara de “ignorante”. “El populismo que ellos tanto ponderan, el socialismo del siglo XXI, a los argentinos les costó 80% de sus ingresos”, comentó en esa ocasión. Tampoco hay sorpresas en que Milei planifique un nuevo viaje con una agenda centra en sus intereses personales. El líder libertario ya pasó en promedio uno de cada cinco días de su mandato fuera del país, según recuento de la cadena de noticias CNN hasta mediados de julio pasado, y este será su viaje número 14 en el que seguirá con agendas que poco y nada han tenido que ver con la defensa de los intereses nacionales. 

En esta ocasión, Milei será el encargado de clausurar el evento en Ciudad de México con “un firme mensaje sobre la imperiosa necesidad de seguir luchando por la libertad en América Latina y el mundo”, según un comunicado de los organizadores de la convención. Allí destacan también su “estilo directo y compromiso con los valores libertarios”. Milei será aplaudido cuando exponga, según el programa oficial, sobre “la importancia de la defensa inquebrantable de los derechos individuales, la reducción del tamaño del Estado y la promoción de un sistema económico basado en la libertad de mercado”. “Se espera que enfatice una vez más la línea central de su pensamiento: la lucha por la libertad no es una opción, sino una obligación para todos aquellos que aspiran a un futuro de prosperidad y desarrollo”, dice el documento. Una agenda que mezcla valores conservadores y propuestas económicas de liberalismo de mercado.

Desde 1974 la CPAC, que está organizada por la Unión Conservadora Americana, buscó ser un lugar en el que los conservadores, principalmente estadounidenses, se referencien. Tanto políticos de palacio, como segundas y terceras líneas republicanas, empresarios, además de activistas y ciudadanos conservadores. Pero cada vez más fue alineándose con Trump. Así como este fue copando las filas del Partido Republicano, llegando a ser en la actualidad casi un sinónimo de esa fuerza, logró que este foro se rinda a sus pies, sin fisuras. El magnate había usado el espacio en 2011, donde dio un discurso con el que logró llamar la atención, pero no lo suficiente como para que el tradicional sondeo anual que hace CPAC, en el que elige simbólicamente a un favorito para la presidencia, lo seleccionara. Pero desde que llegó a la presidencia (2017-2021), los alineamientos cambiaron y su impronta se instaló. 

Y así como Trump se volvió un líder global, también la CPAC es un modelo for export y una vidriera en la que, junto a otros espacios como el Foro de Madrid, las ultraderechas gustan desfilar: desde el ex presidente de Brasil Jair Bolsonaro, pasando por los primeros ministros de Hungría, Viktor Orban, y de Italia, Giorgia Meloni, hasta el líder del partido de ultraderecha española VOX, Santiago Abascal, o el británico Nigel Farage. No son todo lo mismo, pero el viento los amontona. Este año ya se celebró en febrero en Washington DC, donde Milei fue uno de los números centrales, pero donde la mayoría de las crónicas señalaron que se centró en diatribas económicas en castellano que pocos lograron pescar.

Pero ese traspiés no parece haber teñido su imagen internacional. Las “franquicias” de la CPAC están muy activas, ya que han realizado encuentros en Australia, Corea, Japón, Brasil, México y Hungría.

Milei y el páramo regional ultra

América Latina seguía siendo un páramo para las ultraderechas en los meses previos a la victoria de Milei en Argentina. Los conservadores radicales de la región habían perdido el liderazgo de Bolsonaro, quien pareció deprimirse después de haber crecido en votos, aunque no lo suficientes como para derrotar a Lula en octubre de 2022. Desfilaron opciones como el chileno José Antonio Kast, el ecuatoriano Daniel Noboa y el colombiano Rodolfo Hernández, pero algunos ni siquiera hicieron pie en sus propios países. Incluso el presidente salvadoreño Nayib Bukele, al que muchos en la región intentan -en parte- imitar, no ocupó ese lugar. 

Por eso, la última franquicia de la CPAC, que se realizó en julio, en Florianópolis, fue una oportunidad más, al menos un intento, para posicionar a Milei como ese referente regional. La cumbre fue organizada por el hijo del ex presidente, Eduardo Bolsonaro, quien recibió muy entusiasmado a Milei y ofició de anfitrión en un encuentro entre este y su padre. Un día después y a unas pocas horas de distancia, en Asunción, Paraguay, se celebraría la Cumbre del Mercosur a la que Milei no asistió. Con ese gesto, Milei dejó en claro sus prioridades. Ahora, al regresar de México, el 5 y 6 de septiembre, le toca alojar en Buenos Aires al III Encuentro regional del Foro de Madrid, que impulsa Abascal desde España, y que también coloca al libertario en un lugar preponderante dentro de la región

En tanto, Trump, con quien Milei ya se reunió unos minutos en el marco de la CPAC en DC, en medio de su candidatura presidencial de cara al 5 de noviembre, volvió a apoyarlo esta semana en una charla con el empresario dueño de la red social X, Elon Musk, el lunes a la noche. Allí, elogiaron la política económica del libertario y destacaron que "Milei va a hacer grande Argentina de nuevo", que "está haciendo un muy buen trabajo". También celebró las políticas de ajuste y las consideró exitosas por haber bajado la inflación. 

En febrero, durante la convención en Washington, Mercedes Schlapp, esposa de Matt Schlapp -el presidente del ente organizador de la CPAC- dio indicios a colegas del portal informativo Cenital, sobre la importancia de la presencia de figuras como Milei y Bukele en estos eventos. “El voto latino es crítico (...) Estamos viendo encuestas que dicen que los latinos no están satisfechos con las políticas de Biden, y es una oportunidad grande para ganarse su confianza”, dijo Schlapp. Para esta mujer, que fue directora de comunicación estratégica en la administración Trump, Milei podía “hablar de los peligros del comunismo y de la corrupción en instituciones gubernamentales”. Una suerte de hermandad de valores un tanto compleja, pero sonaba convencida de la retribución que le representaba la presencia del libertario. El republicano los coloca debajo de su ala, pero desde la mirada de quienes son arrobados, no queda claro qué está dispuesto a ofrecer en caso de volver a la Casa Blanca. Milei sí tiene en mente cuál será su pedido; dólares para un desguarnecido Banco Central. Algo que nadie puede garantizar hasta el momento.

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