El primer ministro japonés, Yoshihide Suga, dijo el viernes que dejaría el cargo, preparando el terreno para un nuevo primer ministro tras un año de mandato marcado por la impopular respuesta al COVID-19 y la rápida disminución del apoyo público.
Suga, que asumió el cargo tras la dimisión de Shinzo Abe el pasado mes de septiembre, por motivos de salud, ha visto cómo sus índices de popularidad se hunden por debajo del 30%, mientras el país se enfrenta a su peor ola de infecciones por COVID-19 antes de las elecciones generales de este año.
La decisión de Suga el viernes de no presentarse a las elecciones del Partido Liberal Democrático (LDP, por sus siglas en inglés) en septiembre significa que el partido elegirá un nuevo líder, que se convertirá en primer ministro.
Los futuros del Nikkei japonés se dispararon un 2% inmediatamente después de que los medios de comunicación informaran de que Suga no se presentaría, mientras que el índice Topix, más amplio, aumentó sus ganancias y alcanzó sus niveles más altos desde 1991 tras la noticia.
"Quiero centrarme en la respuesta al coronavirus, así que he comunicado a la reunión ejecutiva del LDP que he decidido no presentarme a la carrera por el liderazgo del partido", dijo Suga a los periodistas.
"Se necesita una inmensa energía para abordar tanto la respuesta al coronavirus como la preparación de la carrera por el liderazgo", añadió. "He juzgado que no puedo compaginar ambas cosas y que debo concentrarme en una de ellas".
Suga se dirigió a un grupo de periodistas durante menos de dos minutos en su despacho y abandonó el lugar entre gritos que pedían más explicaciones. Dijo que daría una conferencia de prensa la semana que viene.
El discurso puso fin a una semana caótica en la que Suga hizo todo lo posible por salvar su puesto, desde sugerencias de que despediría a su aliado de muchos años como secretario general del partido, hasta planes para convocar unas elecciones anticipadas y remodelar la rama ejecutiva del partido y su gabinete.
Los dirigentes del Partido Liberal Democrático (LDP) dijeron que Suga terminaría su mandato como presidente, lo que significa que permanecería en el cargo hasta que se eligiera a su sucesor en las elecciones de todo el partido previstas para el 29 de septiembre.
Fumio Kishida, ex ministro de Asuntos Exteriores, compite por el puesto de líder del partido. El jueves, Kishida criticó la respuesta de Suga ante el coronavirus e instó a crear un paquete de estímulos para combatir la pandemia.
"Los precios de las acciones están subiendo en base a la opinión de que la posibilidad de derrota del LDP en las elecciones generales ha disminuido porque cualquiera que no sea Suga podrá recuperar la popularidad", dijo el economista senior de Daiwa Securities Toru Suehiro.
Con información de Reuters