Diez militares iraníes recibieron penas de entre uno y 10 años de cárcel por su responsabilidad en el derribo de un avión civil ucraniano el 8 de enero de 2020, en el que murieron sus 176 ocupantes.
El primer acusado, un comandante del sistema de defensa Tor M-1, fue condenado a 10 años de cárcel por desoír las órdenes de su jerarquía y abatir el avión, indicó este domingo la agencia de prensa de la autoridad judicial iraní, Mizan Online.
Otros nueve militares fueron condenados a penas de entre uno y tres años de prisión, según la misma agencia, reportó la AFP.
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El derribo, cerca de Teherán, causó la muerte de los 176 ocupantes del aparato, en su mayoría iraníes y canadienses, muchos de ellos binacionales.
El comandante del sistema de defensa "disparó dos misiles contra el vuelo ucraniano PS752, contrariamente a las órdenes del puesto de mando", añadió la fuente.
La recibida por el comandante es "la pena máxima, teniendo en cuenta el alcance de los efectos y las consecuencias de su acto", según Mizan Online, que por lo demás no detalló la identidad de los diez condenados.
Los condenados pueden no obstante apelar la decisión, según la misma fuente.
Las fuerzas iraníes abatieron el vuelo PS752 de Ukraine International Airlines poco después de su despegue de Teherán el 8 de enero de 2020.
Tres días más tarde, las fuerzas armadas iraníes admitieron que el derribo del avión, con destino a Kiev, fue "por error". Once ucranianos fallecieron también en el hecho.
En una reacción publicada en Twitter, la asociación de familias de las víctimas dijo que "no reconoce a los tribunales del régimen islámico como tribunales legítimos".
"Exigimos que un tribunal internacional imparcial juzgue este crimen. Aspiramos a la celebración de procesos justos en un Irán libre", añadió la asociación.
La autoridad judicial iraní había anunciado en noviembre de 2021 la apertura del juicio a los 10 militares relacionados con el derribo del avión.
En el momento del incidente la tensión estaba en máximo entre Irán y Estados Unidos.
La República Islámica acababa de golpear una base empleada por el ejército norteamericano en Irak, en respuesta a la eliminación, el 3 de enero en un ataque estadounidense en Bagdad, del general Qasem Soleimani, artífice de la estrategia regional de Irán. Teherán temía por ello un contraataque de Washington.
En su momento, la justicia iraní dijo que "103 personas habían presentado una denuncia ante la fiscalía", reclamando una "investigación imparcial (...) para identificar y perseguir a los responsables" de la tragedia.
El derribo del Boeing, en el que viajaban numerosos estudiantes, causó indignación en Irán y en particular entre los jóvenes universitarios.
A inicios de 2022, Irán dijo haber empezado a indemnizar a algunas de las familias de las víctimas, entregando a cada una "una suma de 150.000 dólares". Las autoridades prometieron indemnizar a las demás familias también.
En diciembre del mismo año, un grupo de cuatro países, encabezados por Canadá, anunciaron haber pedido que Teherán se sometiera a un arbitraje vinculante, para que las autoridades de la República Islámica rindieran cuentas por el derribo.
Canadá, Ucrania, Suecia y Reino Unido reclaman en conjunto ese arbitraje en la Convención de Montreal de 1971, relativa a las infracciones contra la aviación civil.
Con información de Télam