Ucrania afirma que Rusia perdió terreno en Severodonetsk

Las autoridades ucranianas aclararon como está la situación en esta ciudad clave. Antes, el porcentaje en poder de Rusia rondaba el 70%.

05 de junio, 2022 | 12.33

Los rusos perdieron terreno en Severodonetsk, ciudad clave del este de Ucrania donde en los últimos días se concentraron los combates por el control del Donbass, afirmó hoy el gobernador regional de Lugabsk. "Los rusos controlaban cerca del 70% de la ciudad, pero durante los últimos dos días fueron repelidos. La ciudad está dividida en dos, tienen miedo de desplazarse libremente en ella", declaró en Telegram Serguéi Gaidai, gobernador de Lugansk.

En este marco, las fuerzas ucranianas capturaron ocho soldados rusos, agregó el gobernador, según el reporte de la agencia de la agencia de noticias AFP.

Según Gaidai, el general ruso Alexander Dvornikov "se fijó un objetivo: de aquí al 10 de junio tomar por completo Severodonetsk o controlar la ruta Lyssytchansk-Bajmut" que abrirá el camino hacia Kramatorsk, capital ucraniana de Donetsk, la otra región más grande del Donbass." Todas las fuerzas, todas las reservas (rusas) están concentradas en estas dos tareas", dijo.

El Ministerio ruso de Defensa, en tanto, afirmó que las unidades militares ucranianas se retiraban de Severodonetsk "tras haber sufrido pérdidas críticas durante combates por esa ciudad (hasta 90% en varias unidades)" hacia Lyssytchansk, una gran urbe vecina. Pero, también ayer, el alcalde de Severodonetsk, Olexander Striuk, declaró que los combates callejeros continuaban y que las fuerzas ucranianas buscaban "restablecer el control total" de la ciudad.

En tanto, Estados Unidos enviará a Ucrania sistemas de misiles avanzados Himars que, equipados sobre vehículos ligeros blindados, pueden realizar lanzamientos múltiples muy precisos, con un alcance de 80 km. Estos equipos forman parte de una nuevo paquete de asistencia militar a Ucrania de 700 millones de dólares que incluye también mil armas antitanque Javelin y cuatro helicópteros Mi-17.

Tras el anuncio, el Kremlin acusó a Estados Unidos de “echar leña al fuego”. “Estas entregas no alientan a los dirigentes ucranianos a relanzar las negociaciones de paz”, reaccionó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.