Países occidentales empezaron a aplicar este lunes un precio máximo de 60 dólares por barril y una prohibición de algunos tipos de petróleo ruso para presionar al Kremlin en su guerra con Ucrania. Es una estrategia que -según dijo Rusia- no tendrá impacto en la ofensiva que despliega en Kiev.
La Unión Europea (UE), Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Japón y Australia acordaron esta media el viernes pasado y generó de inmediato el rechazo por parte de Rusia y a su vez críticas desde Ucrania que pedía que el tope fuera la mitad de alto. El mecanismo adoptado, que prevé que solo se pueda entregar el petróleo ruso vendido a un precio igual o inferior a 60 dólares el barril, generó interrogantes sobre cómo afectará los precios del mercado.
El precio del barril de crudo de los Urales está cotizado actualmente en torno a 65 dólares, ligeramente por encima del tope adoptado, mientras que el crudo de referencia estadounidense subía 90 centavos a 80,88 dólares por barril. Además, los 27 países de la UE impusieron un embargo al petróleo ruso que se comercializa por mar.
Otros factores, como medidas anti-covid en China que afectaron la producción industrial, también tuvieron impacto en la demanda de petróleo y en los precios. No obstante, Rusia aseguró que "estas medidas no tendrán impacto" en la ofensiva rusa en Ucrania, en alusión al tope que entró en vigencia.
"La economía de la Federación Rusia tiene todas las capacidades necesarias para responder por completo a las necesidades y requerimientos de la operación militar especial", dijo a periodistas el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov. La sanción tiene por objetivo privar a Moscú de una parte de los voluminosos ingresos que obtiene de la venta de sus hidrocarburos, y disminuir su capacidad de financiación del esfuerzo de guerra en Ucrania.
Peskov advirtió que estas medidas podrían tener "un impacto en la estabilidad del mercado mundial de la energía", y consideró que son "un paso hacia su desestabilización". Según dijo también, Moscú ya está "preparando" represalias por este tope al precio de su petróleo y avisó que no se entregará más petróleo a los países que adopten el mecanismo del tope de precios. Un dato de peso para el continente europeo, a días del inicio del invierno.
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El fin de semana, el Gobierno ucraniano exigió que el precio máximo fuera de 30 dólares por barril, por estimar que, a 60 dólares, Rusia igual tendrá ganancias anuales de 100.000 millones de dólares, plata que usará para financiar su invasión de Ucrania. Rusia, el segundo mayor productor de petróleo del mundo, depende de las ventas de petróleo y gas para sostener su economía, que ya está bajo fuerte estrés por sanciones de los aliados occidentales de Ucrania en castigo por la invasión iniciada el pasado 24 de febrero.
Con información de Télam