Mientras en el plano internacional el gobierno ucraniano refuerza sus alianzas con las potencias occidentales para conseguir más y mejores armas, en el terreno denunció este lunes que Rusia está bombardeando las vías e infraestructura ferroviaria para intentar cortar las rutas de suministros de sus tropas, al mismo tiempo que en el exterior la ONU y Turquía presionaron para acordar una tregua y poder abrir finalmente corredores humanitarios que permitan la salida de los civiles de las zonas bajo ataque o donde se combate.
"Están tratando de destruir las rutas de suministro de la ayuda técnica-militar de los estados socios. Para lograrlo, se están concentrando en ataques contra la infraestructura ferroviaria", denunció el comando militar de las Fuerzas Armadas ucranianas en su página de Facebook, según la cadena Al Jazeera. En paralelo, la Fiscalía de la provincia de Vinnytsia, en el centro-oeste de Ucrania, informó en un comunicado que las fuerzas rusas lanzaron este lunes varios ataques contra el sistema de trenes y mató a cinco personas y dejó otras 18 heridas.
"Debido a los bombardeos del enemigo, cinco personas resultaron muertas y 18 heridas" dijo la Fiscalía en la nota, que precisó que los ataques ocurrieron cerca de Jmerynka y Koziatyn. Poco antes, el director de los ferrocarriles ucranianos, Oleksandre Kamyshin, había indicado en Telegram que las "tropas rusas siguen destruyendo sistemáticamente las infraestructuras ferroviarias". "Esta mañana, en el lapso de una hora, cinco estaciones de tren en el centro y oeste de Ucrania han sido impactadas por disparos" dijo, informó la agencia de noticias AFP.
Vinnytsia es un importante nudo ferroviario tanto en el interior de Ucrania como para las conexiones con el exterior. La mayoría de los trenes internacionales que atraviesan el país pasan por esta región. Pero no es el único punto estratégico del sistema de trenes que está siendo atacado en el territorio.
La explosión de un misil provocó este lunes un incendio en la estación de tren de la localidad de Krasne, cerca de Lviv, en el oeste de Ucrania, informó el gobernador regional. Cuando Kiev quedó rodeada y bajo asedio de las fuerzas rusas, Lviv se convirtió en una suerte de capital paralela, cerca de la frontera con Polonia, donde se refugiaron las delegaciones diplomáticas, trabajadores humanitarios extranjeros y miles de ciudadanos que abandonaron sus hogares por la violencia, pero no quisieron dejar el país.
En paralelo, el secretario general de la ONU, António Guterres, y el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, volvieron a presionar este lunes para que Ucrania y Rusia acuerden una tregua de manera urgente, que permitan abrir corredores humanitarios para evacuar a civiles de zonas de combate en Ucrania.
Guterres y Erdogan se reunieron en Ankara, en el primer encuentro de la gira iniciada este lunes por la máxima autoridad de de la ONU, que continuará mañana en Rusia y concluirá el jueves en Ucrania.
Durante el encuentro en Turquía, Guterres expresó su apoyo a los esfuerzos diplomáticos de Erdogan para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania, informó el vocero de la ONU, Stephane Dujarric, en un comunicado publicado en la página web del organismo. En la misma línea, subrayó que, con Erdogan, “acordaron mantenerse en contacto para dar seguimiento a las iniciativas en curso”.
Con información de Télam