El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, afirmó que su país "se ha quedado solo" defendiéndose de la invasión de Rusia al país europeo, que ya provocó más de 137 muertes y 300 heridos. Solicitó asistencia más "efectiva" y "rápida" a Europa.
"Estamos defendiendo solos a nuestra nación", declaró Zelensky en una conferencia brindada este viernes y en una crítica a Estados Unidos y los aliados occidentales, se preguntó: "¿Quién está preparado para luchar con nosotros? No veo a nadie".
En este contexto, el mandatario ucraniano instó a Europa a ayudar a Ucrania de manera más activa: “¿Cómo van a defenderse si nos están ayudando tan lentamente?”. Por ello, pidió que los europeos con “experiencia de combate” que luchen por Ucrania: “Si tiene experiencia de combate en Europa y no quiere ver la indecisión de los políticos, puede venir a nuestro país y unirse a nosotros para defender Europa, allí donde ahora es más necesario”.
En las últimas horas, confirmó que Suecia envió a Ucrania asistencia militar, técnica y humanitaria. "Agradecido a Suecia por su eficaz apoyo. ¡Construyendo juntos una coalición anti-Putin!", escribió el mandatario.
En su discurso brindado este viernes, Zelensky aseguró que “la invasión de Rusia a Ucrania no es solo una invasión, es el comienzo de una guerra contra Europa”. “Contra la unidad de Europa. Contra los simples derechos humanos en Europa. Contra todas las reglas de convivencia en el continente. Contra el hecho de que los estados europeos se niegan a dividir las fronteras por la fuerza”, sentenció.
Además, marcó que él es el objetivo número uno para Rusia, pero confirmó que tanto él como su familia permanecerán en Ucrania mientras continúan los bombardeos y combates.
"Quieren destruir políticamente a Ucrania derribando al jefe de Estado", declaró Zelensky y afirmó: "El destino del país depende completamente de nuestro ejército, fuerzas de seguridad, todos nuestros defensores".
En su discurso a la Nación, señaló que en el primer día del operativo ruso, 137 "héroes", incluidos 10 oficiales militares, habían muerto y 316 personas habían resultado heridas. "Están matando gente y convirtiendo ciudades pacíficas en objetivos militares", señaló el presidente y aseguró: "Es repugnante y nunca será perdonado".