Un antiguo comandante de grupo ruso Wagner, que había solicitado asilo en Noruega tras acusar a la organización de mercenarios de cometer crímenes de guerra en Ucrania, fue detenido por la policía del país escandinavo cuando intentaba cruzar ilegalmente la frontera para volver a Rusia. El joven, de 27 años e identificado como Andrej Medvedev, se encuentra bajo custodia, informó el diario The Barents Observer, citando a las fuerzas de seguridad noruegas.
Su abogado sostuvo que todo apunta a un "malentendido" y expresó que espera que todo se aclare durante el interrogatorio para que pueda ser puesto en libertad cuanto antes, según recogió Europa Press. En tanto, según The Barents Observer, Medvedev, que habría huido de Rusia en enero, quería regresar al país porque temía ser extraditado a Ucrania.
El hombre dejó las posiciones de combate inmediatamente después del final del contrato de cuatro meses firmado con Wagner el 6 de julio de 2022. A su llegada a Noriega, denunció en una entrevista con la organización humanitaria rusa Gulagu.net, que el grupo Wagner utilizaba a sus integrantes como "carne de cañón" y asesinaba a quienes se negaran a combatir.
Ataques ucranianos en Crimea
Ucrania afirmó este sábado que mató a "altos mandos" de la Marina rusa en un ataque con misiles perpetrado el viernes al cuartel general en la anexada península de Crimea, mientras que Rusia indicó que interceptó una nueva ofensiva sobre su flota en el mar Negro. "Los detalles del ataque serán revelados en cuanto sea posible y el resultado fue que hubo docenas de muertos y heridos entre los ocupantes, incluidos altos mandos de la flota", dijo el ejército de Kiev en un comunicado, al asegurar que el bombardeo tuvo lugar "durante una reunión de dirigentes de la Marina rusa".
El jefe del servicio de inteligencia de Kiev, Kyrylo Budanov, señaló en declaraciones al medio estadounidense Voice of America que en el ataque murieron "al menos nueve personas", entre las cuales figuran generales. De acuerdo a la versión rusa, un oficial estaba desaparecido tras el ataque, consignó la agencia de noticias AFP.
La península de Crimea, anexada por Moscú en 2014, y la ciudad de Sebastopol, donde está la flota rusa, son centrales para la operación de Moscú en Ucrania, ya que permiten aprovisionar a las tropas desplegadas en el sur del país y son una base para lanzar bombardeos con misiles desde el mar. Ucrania multiplicó en las últimas semanas los ataques con drones y con misiles allí en un intento por perturbar la cadena de suministro de los rusos y poner fin a la supremacía militar rusa en el mar Negro.
En ese contexto, las autoridades de Rusia acusaron a Ucrania de atacar por segundo día consecutivo el cuartel de la flota rusa en el mar Negro. Una batería de misiles fue interceptada cerca de un muelle, según informaron las autoridades prorrusas en la península de Crimea, y alertaron de la caída de algunos fragmentos de estos misiles en las inmediaciones.
Además, se registraron varias explosiones cerca de Inkerman, donde Rusia cuenta con un depósito de petróleo para su flota, informó la agencia de noticias Europa Press. La situación es similar a la de ayer, si bien se desconoce el verdadero alcance de estos ataques.