Sunak enfrenta a la oposición en su bautismo de fuego en el Parlamento británico

26 de octubre, 2022 | 11.21

El primer ministro británico, Rishi Sunak, enfrentó hoy filosas preguntas de diputados sobre la difícil marcha de la economía, su declarado compromiso con los más pobres y la independencia de Escocia, en su primer cara a cara con la oposición en el Parlamento.

Sunak, un millonario exbanquero de 42 años, fue nombrado ayer premier en reemplazo de su correligionaria conservadora Liz Truss, quien renunció días antes al perder el apoyo de su partido y de los mercados tras la presentación de un frustrado plan económico.

Una de las primeras medidas de su Gobierno fue aplazar hasta el 17 de noviembre la presentación de un nuevo plan económico, a la espera de contar con los pronósticos más precisos a fin de ajustar su estrategia para lidiar con el ascendente costo de vida.

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En su debut en las sesiones de preguntas de la oposición en el Parlamento, Sunak escuchó también críticas por haberse rodeado de ministros de Truss y de su antecesor, Boris Johnson, que renunció en julio salpicado por una plétora de escándalos éticos.

"Tendremos que tomar decisiones difíciles para restaurar la estabilidad y la confianza económicas", dijo Sunak al inaugurar la sesión en la Cámara de los Comunes, en aparente alusión a recortes o aumentos de impuestos para reducir el déficit.

“Lo haremos de una manera justa...Siempre protegeré a los más vulnerables...eso hicimos con el covid y eso haremos de nuevo", agregó.

El líder del Partido Laborista, la principal fuerza de la oposición y favorita en los sondeos si las elecciones fueran ahora, dijo en la cara a Sunak que su fortuna era un impedimento para defender los intereses de los trabajadores.

"Usted no está en el mismo lado que la gente trabajadora", lanzó Keir Starmer, que sostiene que deberían adelantarse las elecciones, previstas para 2024, ante la serie de escándalos que golpean desde hace años a los Gobiernos conservadores.

"¿Por qué no lo pone a prueba y deja que los trabajadores tengan la palabra convocando elecciones generales?", le lanzó a continuación, informó BBC.

El líder conservador eludió la pregunta y dijo que Starmer acostumbra pedir votaciones, una alusión a que el líder laborista pidió en su momento que se repitiera el referendo que en 2016 aprobó la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), o Brexit.

Sunak también esquivó otra pregunta del líder de los nacionalistas escoceses sobre si las ayudas sociales subirán en su próximo presupuesto al mismo nivel que la inflación, que supera ya el 10%.

"Siempre he actuado de un modo que protege a los más vulnerables", se limitó a responder el exministro de Finanzas, que distribuyó generosas ayudas durante la pandemia disparando una deuda pública que ahora es necesario reembolsar.

El diputado Alyn Smith, del Partido Nacionalista Escocés (SNP), dijo a Sunak que sondeos muestran que el 72% de los escoceses quiere que Escocia se independice para volver a la UE.

"¿Cuánto tiempo puede usted negar la democracia escocesa"?, le preguntó.

Sunak que respondió que debía respetar el resultado del referendo del Brexit en el Reino Unido en su conjunto y que está comprometido a trabajar por el bien de los escoceses, aunque no dijo nada sobre la independencia de Escocia.

Insistió en la necesidad de controlar la inflación, "el enemigo que hace a todo el mundo más pobre", y aseguró que tomará las "difíciles decisiones"

Sunak juntó en su gabinete a ministros pertenecientes a distintas alas del Partido Conservador, que controla el poder en solitario desde 2015.

El nuevo premier removió a una decena de ministros del Gobierno de Truss pero dejó a otros, incluyendo al canciller, James Cleverly, y al ministro de Defensa, Ben Wallace, de alto protagonismo en estos momentos por la invasión de Rusia a Ucrania.

Sunak escuchó hoy críticas por haber vuelto a designar ministra del Interior a Suella Braverman, quien renunció la semana pasada por haber violado las normas éticas al enviar un email sobre delicadas cuestiones de gobierno desde su cuenta privada.

En su carta de renuncia, Braverman criticó a su entonces jefa Truss, lo que aceleró la caída de la expremier.

Starmer acusó a Sunak de haber vuelto a poner a Braverman en su puesto como parte de un "acuerdo sucio" a cambio de su apoyo en la contienda interna conservadora en la que terminó siendo elegido líder del partido y, por ende, primer ministro.

Sunak lo negó y dijo que Braverman había cometido un error, lo había reconocido y renunciado, como es debido, y que estaba encantado de volver a tener en el gabinete.

Con información de Télam

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