El ministro de Justicia de Francia, Eric Dupond-Moretti, dijo hoy que su dimisión no estaba sobre la mesa y que cuenta con el apoyo del Gobierno, después que la justicia pidió juzgarlo por conflicto de intereses, y pese a las críticas por su continuidad en el Ejecutivo.
"Mi legitimidad está dada por el presidente, Emmanuel Macron, y la primera ministra, Elisabeth Borne, quien ayer me reiteró toda su confianza" dijo Dupond-Moretti a periodistas en París.
El ministro, de 61 años, enfrenta denuncias de haberse aprovechado de su cargo, que ejerce desde 2020, para ajustar cuentas con jueces con los que tuvo desencuentros durante su ejercicio como un reputado abogado penalista, acusación que él niega.
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Sus abogados, Christophe Ingrain y Rémi Lorrain, aseguraron que presentaron "inmediatamente" un recurso de casación, donde fueron planteadas "una serie de elementos jurídicos", según informó el diario Le Figaro.
"Y si me tienen que juzgar, diré lo que tenga que decir, soy un ciudadano como cualquier otro ante la justicia", agregó hoy el ministro, un día después de conocerse la decisión judicial, informó la agencia de noticias AFP.
La Corte de Justicia de la República (CJR), competente en Francia para investigar delitos cometidos por los miembros del Gobierno, pidió ayer la apertura de un juicio a Dupond-Moretti, si bien la decisión queda en suspenso hasta que se pronuncie la Corte de Casación.
La justicia abrió en 2021 una investigación por "conflicto de intereses" tras denuncias de tres sindicatos de magistrados y la asociación anticorrupción francesa (Anticor), y su imputación es algo inédito para un ministro de Justicia en funciones.
La oficina de Borne rechazó comentar la decisión judicial y recordó que en octubre de 2020 se apartó al ministro de todos los expedientes vinculados a su antiguo trabajo de abogado.
"Tenemos una doctrina: Cuando se condena a un ministro, abandona el Gobierno", subrayó por su parte en la cadena LCI el responsable de Cuentas Públicas, Gabriel Attal, pese a que para estos casos, la separación del funcionario se decide en una imputación.
Macron, reelecto este año, no desplazó de su cargo en julio a Damien Abad, uno de los entonces tres miembros del Gobierno acusados de violación, como el actual ministro del Interior, Gérald Darmanin.
La fiscalía pidió en mayo sobreseer a Abad.
La ONG Transparencia Internacional aseguró no obstante que la dimisión de Dupond-Moretti del Gobierno evitaría alimentar "la desconfianza de los ciudadanos hacia toda la clase política".
Ayer se conoció también que la justicia imputó a la mano derecha de Macron en la presidencia, Alexis Kohler, por conflicto de intereses, en un caso sobre sus vínculos con la naviera italosuiza MSC.
La presidencia francesa indicó que el secretario general seguiría en el cargo, provocando las críticas de la oposición y de Anticor, que abogó por "presionar" para que Kohler y el ministro de Justicia dimitan.
"Los asuntos de conflictos de intereses no dejaron de rodear a Macron durante su anterior mandato", dijo su rival ultraderechista Marine Le Pen, quien abogó por legislar para poner fin a la práctica de "puertas giratorias" por altos funcionarios.
Con información de Télam