(Agrega primeros resultados)
Resultados preliminares no oficiales difundidos por la agencia de noticias estatal de Turquía mostraban hoy al presidente Recep Tayyip Erdogan con ventaja en el recuento de votos del balotaje de las elecciones, mientras que otro medio ubicaba al frente a su rival socialdemócrata.
Una hora y media después de cerradas las mesas, la agencia de noticias pública Anadolu dijo que, escrutado más del 76% de las urnas, el conservador Erdogan, en el poder desde hace 20 años, lograba un 54% de los votos, mientras que su retador Kemal Kilicdaroglu sacaba un 46%.
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Al mismo tiempo, la agencia de noticias ANKA, cercana a la oposición, mostró resultados que tenían a Kilicdaroglu al frente con un 51% de los votos contra un 49% para el presidente Erdogan, con un 75% de las urnas escrutadas.
Las agencias de noticias obtienen sus datos de conteos completos de urnas que recopila el personal de campo y su presencia es fuerte en diferentes regiones, lo que explica parte de la variación en los datos preliminares.
La discrepancia de datos entre estos dos medios ya se había dado en el escrutinio de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el 14 de mayo, cuando la ventaja inicial que Anadolu dio a Erdogan fue cuestionada por la oposición, que acusó a la agencia de sesgo a favor del presidente.
Anadolu rechazó la acusación y los resultados finales le terminaron dando la razón, ya que Erdogan salió primero con más de un 4% por delante de Kilicdaroglu, pero poco antes de la victoria absoluta, lo que llevó a la segunda ronda el domingo.
Unos 60 millones de turcos estaban habilitados para votar si extendían cinco años más el mandato del presidente, de 69 años.
Erdogan llegó al balotaje con ventaja en los sondeos pese al deseo de cambio de una parte del electorado, una inflación galopante y denuncias de las restricciones de las libertades en un país en el que hay decenas de miles de opositores presos o en exilio.
El presidente, un devoto musulmán líder del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), una formación de origen islamista, llegó con semblante cansado a votar a mediodía en un barrio de Estambul, donde lo esperaba una multitud entusiasta.
Luego de votar, destacó ante periodistas que era la primera segunda vuelta de una elección presidencial en la historia de Turquía.
También elogió la alta participación de votantes en la primera vuelta y dijo que esperaba que la participación volviera a ser alta el domingo.
Ruego a Dios que (la elección) sea beneficiosa para nuestro país y nuestra nación, dijo.
Kilicdaroglu, de 74 años y candidato de una coalición de seis partidos, ocupó el segundo lugar con 45% de los sufragios en la primera vuelta.
Esta elección se llevó a cabo en circunstancias muy difíciles, hubo todo tipo de calumnias y difamaciones, dijo Kilicdaroglu a periodistas después de emitir su voto.
Pero confío en el sentido común de la gente. Llegará la democracia, llegará la libertad, la gente podrá deambular por las calles y criticar libremente a los políticos, agregó.
Los últimos sondeos apuntan a que el actual presidente, que obtuvo el apoyo del candidato ultranacionalista Sinan Ogan, tercero con 5% de los votos en primera vuelta, mantendrá la misma diferencia porcentual en la segunda vuelta.
La victoria de Erdogan en la primera vuelta se consiguió a pesar de la importante inflación que golpea el país -- superó el 85% en otoño -- y el devastador terremoto que azotó la nación hace tres meses.
"Votaré por Erdogan. No hay nadie como él", dijo Emir Bilgin, de 24 años, en un centro de votación de un barrio obrero de Estambul, informó la agencia de noticias AFP.
Dos visiones del país se enfrentan en estas elecciones.
Por un lado, Kilicdaroglu promete restaurar la democracia, la independencia de la justicia y de la prensa tras dos décadas de Gobierno de Erdogan.
El candidato socialdemócrata lidera una coalición de partidos que abarca desde la derecha nacionalista hasta el centro-izquierda liberal y que recibió el respaldo del partido prokurdo HDP.
Pero el economista de formación no logró aprovechar la grave crisis económica que está haciendo mella en los hogares y los jóvenes turcos.
Por otro, el presidente Erdogan, quien prometió estabilidad y su consolidación en el poder ha sido comparada con la de los sultanes que gobernaban al desaparecido Imperio turco, la entidad política absolutista de la que deriva la actual Turquía.
Los comicios en Turquía, de 85 millones de habitantes y miembro de la OTAN, son observados de cerca tanto por las potencias occidentales como por los países de Medio Oriente debido a su papel geopolítico clave.
Tras la primera vuelta, Kiliçdaroglu apareció más ofensivo y menos sonriente que al inicio de su campaña.
Al carecer de acceso a los principales medios de comunicación, batalló en Twitter mientras sus partidarios trataban de movilizar a los votantes yendo de puerta en puerta.
En juego estaban 8,3 millones de electores que no votaron el 14 de mayo, pese a una cifra de participación del 87%.
Erdogan multiplicó los encuentros y se apoyó en las transformaciones que trajo al país desde que llegó al poder como primer ministro en 2003, y luego como presidente desde 2014.
El presidente ha subido el salario mínimo tres veces en un año y ha multiplicado sus promesas de campaña, como las becas gratuitas prometidas en el último minuto a los estudiantes de luto tras el terremoto.
En uno de sus últimos actos de campaña, acudió el sábado a la tumba de su modelo político, el antiguo primer ministro nacionalista-islamista Adnan Menderes, depuesto y ahorcado por los militares en 1961.
El domingo es "un día especial para todos nosotros", lanzó Erdogan ayer.
"Se acabó el tiempo de los golpes de Estado y de las juntas", añadió.
Salvo sorpresa, los resultados se esperan para el domingo por la noche.
Con información de Télam