Los republicanos de Estados Unidos desalojaron a los demócratas del Gobierno del estado de Virginia y se quedaron a las puertas de una victoria en el de Nueva Jersey, con un fuerte arraigo demócrata, lo que apunta a un problema para el partido del presidente Joe Biden de cara a las elecciones al Congreso del año que viene.
En Virginia, el republicano Glenn Youngkin, un antiguo ejecutivo del sector del capital riesgo, derrotó al exgobernador Terry McAuliffe en la votación del martes, y el demócrata reconoció su derrota el miércoles por la mañana. Youngkin se había distanciado lo suficiente del expresidente Donald Trump como para recuperar a los moderados que habían apoyado a Biden hace apenas un año.
En Nueva Jersey, el demócrata Phil Murphy se impuso por la mínima al republicano Jack Ciattarelli, a pesar de que los votantes demócratas registrados superan a los republicanos en más de un millón. El resultado estuvo en duda hasta que Associated Press dio la victoria a Murphy el miércoles por la noche, ahorrando a los demócratas una humillante derrota.
Ciattarelli, exparlamentario del estado de 59 años, iba perdiendo hasta por 10 puntos en algunos sondeos de opinión, pero ganó terreno al criticar los impopulares requisitos de mascarillas de Murphy para los niños en edad escolar.
Ambos candidatos republicanos experimentaron importantes avances en los suburbios gracias a los votantes independientes que se habían alejado del estilo político de Trump. Los resultados en los estados que Biden ganó fácilmente en 2020 sugieren que las estrechas mayorías demócratas en el Congreso son muy vulnerables en las elecciones de 2022.
Si los republicanos obtienen el control de ambas cámaras del Congreso, o incluso de una, el partido ganaría la capacidad de bloquear la agenda legislativa de Biden en los dos últimos años de su mandato.
La pérdida demócrata en Virginia da a Trump la oportunidad de presentarla como un rechazo a Biden mientras el republicano prepara el escenario para otra posible candidatura presidencial en 2024.
Sin embargo, Biden, cuyos índices de aprobación se situaron la semana pasada en el nivel más bajo de su presidencia, según el último sondeo nacional de Reuters/Ipsos, evitó asumir la responsabilidad directa de las votaciones.
"La gente está disgustada e insegura sobre muchas cosas, desde el COVID hasta los colegios, pasando por los puestos de trabajo y el coste de la gasolina. Así que si soy capaz de aprobar y convertir en ley mi iniciativa 'Build Back Better', estoy en una posición en la que van a ver muchas cosas mejoradas, rápida y velozmente", dijo.
Los principales demócratas del Congreso se comprometieron a impulsar la agenda legislativa de Biden, con la esperanza de aprobar dos proyectos de ley por un valor combinado de 2,75 billones de dólares para reconstruir carreteras y puentes, así como para reforzar la red de seguridad social y luchar contra el cambio climático. No obstante, se han visto frenados por meses de luchas internas entre demócratas progresistas y moderados.
Con información de Reuters