El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, valoró hoy la reciente aprobación por parte del Congreso de la ley sobre control de armas, la más importante en esta materia en casi 30 años, pero consideró que es insuficiente, en un discurso en la Casa Blanca junto a sobrevivientes y familiares de víctimas de tiroteos masivos en el que fue interrumpido brevemente por el padre de uno de los jóvenes que murió en 2018 en Parkland.
"No salvará todas las vidas de la epidemia de violencia armada, pero si esta ley hubiera estado vigente hace años, incluso este último año, se habrían salvado vidas. Importa. Pero no es suficiente y todos sabemos eso", indicó en el evento, celebrado para conmemorar la aprobación de la legislación, informó la cadena estadounidense CNN.
Biden fue interrumpido por Manuel Oliver, cuyo hijo murió en el tiroteo de 2018 en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida.
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"Puedes hacer más que eso", le reclamó, según consignó la agencia Europa Press.
Poco después, las fuerzas de seguridad escoltaron a Oliver fuera del evento, celebrado en el jardín de la Casa Blanca.
"Sí, hay un derecho a portar armas, pero también tenemos el derecho a vivir libremente sin temor por nuestras vidas en una tienda, en un aula, en un patio de recreo, en un lugar de culto, en el trabajo, en una discoteca, un festival, en nuestros vecindarios y nuestras calles", señaló Biden.
Citó los recientes tiroteos que dejaron 19 niños y dos profesores muertos en la escuela primaria de Uvalde (Texas), 10 muertos en un supermercado de Buffalo (Nueva York) y siete muertos en un desfile del 4 de julio en Highland Park (Illinois).
A la vez, el mandatario consideró que las armas de fuego están convirtiendo los barrios estadounidenses en "campos de exterminio" y se comprometió a restablecer la prohibición de los fusiles de asalto.
"Los barrios y las calles también se han convertido en campos de exterminio", expresó, y añadió que todos los días hay "asesinatos trágicos que no aparecen en los titulares".
Biden se comprometió a restablecer la prohibición de los rifles de asalto que existió entre 1994 y 2004. Después de que se levantara esa restricción, se vendieron millones de estas armas de guerra semiautomáticas de alta potencia en todo el país, utilizadas repetidamente en tiroteos.
"Estoy decidido a volver prohibir estas armas... No voy a parar hasta que lo hagamos", afirmó.
Por su parte, la vicepresidenta Kamala Harris resaltó que la legislación aprobada el mes pasado es "histórica" y felicitó a los que decidieron apoyarla: "A los miembros del Congreso que están aquí con nosotros: Ante tanto pesimismo, ustedes aprobaron una ley bipartidista", indicó, según un comunicado.
La norma, respaldada por legisladores demócratas y republicanos, tiene como objetivo fortalecer la verificación de antecedentes penales y psicológicos de los compradores de armas de 18 a 21 años y establecer un mejor control de la venta ilegal de armas y el financiamiento de programas dedicados a la salud mental.
La poderosa Asociación Nacional del Rifle y muchos republicanos de ambas cámaras del Congreso se opusieron, pero la iniciativa tuvo el respaldo de grupos que trabajan en temas policiales, violencia doméstica y enfermedades mentales.
La última legislación federal importante de control de armas fue sancionada en 1994 al crear un sistema nacional de comprobación de antecedentes y prohibir la fabricación para uso civil de rifles de asalto y cargadores de munición de gran capacidad.
Pero esa ley expiró una década después y desde entonces no hubo ningún movimiento serio de reforma pese al aumento de la violencia con armas de fuego.
En tanto, el 64% de los estadounidenses aprueba la nueva ley, mientras que solo el 21% se muestra en contra de la medida, según un nuevo estudio del Pew Research Center.
El estudio indica asimismo que aproximadamente la mitad de los estadounidenses (49%) consideran que si fuese más difícil para las personas obtener armas de fuego legalmente, habría menos tiroteos masivos, aunque una proporción casi idéntica (50%) responde que no habría ninguna diferencia.
Con información de Télam