La ONU reclamó hoy 4.300 millones de dólares para ayudar este año a 17 millones de personas en Yemen, el país más pobre de la península arábiga, en guerra desde 2014.
Después de más de siete años de guerra entre los rebeldes chiitas del movimiento hutí y el Gobierno respaldado por Arabia Saudita, más de 23 millones de personas se enfrentan a hambruna, enfermedades u otros peligros que ponen en riesgo su vida, lo que supone un aumento de 13% respecto a 2021, según Naciones Unidas.
Su secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths, pidió a los donantes desbloquear "casi 4.300 millones de dólares" para socorrer a 17,2 millones de personas, informó la agencia de noticias AFP.
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Según la ONU, alrededor de 161.000 yemenitas se verán en una situación de "inseguridad alimentaria catastrófica, un anticipo de lo que puede ocurrir a otros 7,1 millones de personas que solo se encuentran a un paso de este estadio último de una crisis humanitaria".
Casi tres cuartos de la población necesitarán asistencia humanitaria en 2022, dijo en rueda de prensa Griffiths, quien señaló que la situación en Yemen "está entre las peores del mundo".
Los servicios básicos y la economía de Yemen se hunden, y el conflicto de Ucrania ha hecho encarecer globalmente las materias primas, incluido el trigo, dado que según Griffiths, un tercio del trigo usado en Yemen procede de Rusia y Ucrania.
Sin inyecciones rápidas de liquidez para las organizaciones humanitarias, casi 4 millones de personas no tendrán agua potable para beber.
Con información de Télam