(Por Camil Straschnoy).- La relación desigual de fuerzas entre los países volverá a medirse este mes durante la Asamblea Mundial de la Salud que tendrá como punto saliente el debate sobre un tratado contra las pandemias, en el que la Unión Europea (UE) y Estados Unidos presionan para que sea vinculante en temas en los que tienen interés como compartir los genomas de los virus, pero no en mejorar el acceso a vacunas y la transparencia en sus costos, una postura que el especialista en política sanitaria Germán Velásquez calificó de "cínica".
"Esta pandemia de Covid-19 está totalmente manejada por intereses comerciales y políticos pero no sanitarios", denunció en entrevista con Télam el exdirector del programa de medicamentos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien anticipó que esta situación continuará durante la sesión especial del máximo órgano de decisión de la agencia sanitaria de la ONU, entre el 29 de noviembre y el 1 de diciembre.
La idea de un nuevo tratado parte de un consenso sobre lo mal preparado que está el mundo para enfrentar situaciones como las que vive ahora con el coronavirus y la necesidad de dotar a la OMS de instrumentos legales para que sus decisiones no sean simplemente recomendaciones voluntarias que después no se cumplen.
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"La OMS es el Gobierno mundial en salud y por lo tanto tiene que tener capacidad de legislar porque no se puede gobernar sin leyes y eso fue exactamente lo que ocurrió en la pandemia", manifestó el colombiano y a modo de ejemplo recordó como varios países desoyeron la exhortación del organismo por una moratoria para la administración de terceras dosis y el pedido de donar esos inoculantes a las naciones más atrasadas en la inmunización.
Como asesor especial de política y salud de South Center, un think tank con sede central en Ginebra (Suiza) y orientado a ayudar a países en desarrollo, Velásquez es co-autor de un informe que enumera 12 cuestiones que debería abordar un tratado internacional sobre pandemias, entre las que destacan declarar "bienes públicos mundiales" a los suministros de salud, un acceso abierto a los conocimientos para su elaboración local, eliminar las barreas contra la fabricación de genéricos y garantizar la transparencia en los costos y precios de desarrollo
-Télam: ¿Cómo se llega al debate por un tratado sobre pandemias?
-Germán Velásquez: Hay un relativo consenso de que la OMS no estuvo a la altura y no tuvo la capacidad de manejar esta crisis mundial. Pero si argumentamos que la OMS es el gobierno mundial en temas de salud, por lo tanto tiene que tener capacidad de legislar porque no se puede gobernar sin leyes y eso fue exactamente lo que ocurrió en la pandemia. El director general (Tedros Adhanom Ghebreyesus) dijo que habían sacado unos 400 documentos y directivas relativas a la Covid, pero todos voluntarios. Uno no puede gobernar así porque la recomendación voluntaria es como un sermón de iglesia.
-T: ¿Cuál es el estado de situación de las discusiones sobre el alcance de este eventual tratado?
- GV: La UE, Estados Unidos, Suiza y Canadá no quieren nada vinculante sobre el acceso a tratamientos, incluido vacunas, simplemente porque la industria farmacéutica de esos países no quiere. Una decisión vinculante sería, por ejemplo, lo que está todavía en discusión en la Organización Mundial de Comercio de suspender de forma temporal las patentes ante una pandemia global. Lo que buscan en cambio es que el tratado abarque lo que sí les interesa a estos países, como una obligación de compartir los genomas del virus. Esto es un poco cínico porque esto funcionó bien. China compartió en cuestión de días todo el genoma y esto no lo puede negar ni siquiera EEUU que fue el primer beneficiario al sacar una vacuna en 10 meses.
-T: ¿Este interés de los países más ricos en el tratado es un mal augurio entonces para que de alguna forma se termine con el nacionalismo vacunal?
- GV: Hay cierto cinismo y yo lo diría más fuerte, una cierta esquizofrenia porque, por un lado, los países industrializados están resistiéndose a que sea vinculante con las vacunas. Y por el otro, están hablándonos de un tratado, algo que de por sí tiene que ser vinculante. Y lo peor de todo es que están hablando de que sea para mejorar cómo encaramos las próximas pandemias. ¿Cómo que las próximas? La que hay que encarar primero es la que estamos metidos. La solidaridad internacional falló totalmente: el director general de la OMS llamó dos veces a una moratoria para las terceras dosis y al otro día Francia anunció la vacunación con terceras dosis, algo que ya habían empezado Israel y otros países de Europa.
- T: Usted realizó un informe sobre 12 puntos que debería abordar un nuevo tratado, ¿ve qué esas cuestiones estén hoy en el debate?
- GV: Esa lista busca abrirle los ojos a los países. Si ustedes realmente son amigos del tratado habría que tocar estos puntos. Uno por ejemplo habla de asegurar la transparencia en los costos de investigación y desarrollo de los medicamentos. Pero nadie quiere hablar de cuánto costó la vacuna y entonces tampoco vamos a poder hablar de acceso porque no se puede saber cuál es el precio justo. En cualquier industria, sea un automóvil o un iPhone, se sabe cuál es el costo de investigación, desarrollo y producción, pero en los medicamentos no, lo que les permite a las farmacéuticas poner el precio final que quieran. Hoy vemos como se usó gran cantidad de dinero público para la investigación de las vacunas y también para su compra, por lo que el precio que pongan no es un problema.
- T: ¿Qué otras cuestiones relevantes no se están abordando?
- GV: Un tema que se debería estar discutiendo es la reforma del Covax, que fracasó en su objetivo de una distribución equitativa de las vacunas. Ahí seguramente van a terminar sacando una resolución no vinculante que pida más financiamiento, pero no se trata solamente de dinero. Si tuviera mucho más dinero ahora tampoco puede asegurar una distribución equitativa porque después los países industrializados se dan prioridad comprando vacunas de forma bilateral con el agravante que la producción mundial tiene una capacidad limitada.
Con información de Télam