El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, insistió este viernes en que "todas las hipótesis sobre el origen del COVID-19 siguen sobre la mesa" y pidió "no politizar" el virus a causa de la controversia que resurgió en los últimos días. Esto último se debe a las acusaciones de varias entidades de Estados Unidos de que la pandemia se habría generado "muy probablemente" por un "posible incidente de laboratorio" en la localidad de Wuhan, China, donde se confirmaron los primeros casos de la enfermedad.
Frente a las acusaciones estadounidenses, ya rechazadas por el gobierno asiático, el funcionario de la organización sanitaria lamentó la "continua politización de la investigación de los orígenes ha convertido lo que debería ser un proceso puramente científico en un fútbol geopolítico". Y añadió, desde la sede ubicada en Suiza: "Esto no hace más que dificultar la tarea de identificar los orígenes. Y eso hace que el mundo sea menos seguro".
De todas formas, Ghebreyesus reconoció que hay que solicitarle al gobierno de China "que sea transparente a la hora de compartir datos, y que lleve a cabo las investigaciones necesarias y comparta los resultados", con quien mantiene múltiples conversaciones hace varias semanas. Al mismo tiempo, el dirigente de la OMS volvió a negar que dicho organismo haya abandonado los estudios sobre cómo se generó dicha enfermedad.
"Quiero dejar muy claro que el trabajo de la OMS para identificar los orígenes de la pandemia de COVID-19 continúa, contrariamente a los recientes informes de los medios de comunicación y los comentarios de los políticos", apuntó. Y agregó: "Si algún país tiene información sobre los orígenes es esencial que la comparta con la OMS y la comunidad científica internacional, no para culpar a nadie, sino para avanzar en nuestra comprensión para poder prevenir, prepararnos y responder a futuras epidemias y pandemias".
A su vez, Tedros resaltó que saber el origen del virus es "científica y moralmente correcto". En primer lugar por la necesidad de "prevenir la próxima pandemia" mientras que en el terreno moral "porque millones de personas perdieron la vida, el mundo entero fue tomado como rehén por un virus" y es "muy importante saber cómo perdimos a nuestros seres queridos".
Cabe recordar que durante principios del 2021, la OMS organizó un equipo internacional de expertos para investigar el origen del virus en Wuhan, donde se detectó por primera vez. En colaboración con investigadores chinos, el equipo llevó a cabo una revisión inicial y después de realizar esta primera investigación, los expertos publicaron un informe en marzo del mismo año en el que se presentaban cuatro posibles escenarios sobre cómo el virus podría haber surgido. Según el trabajo, el más probable era que el virus se propagara de los murciélagos a los humanos, posiblemente a través de una especie intermediaria. La fase inicial de la investigación sentó las bases para una segunda de estudios más detallados destinados a determinar con mayor precisión lo que ocurrió en China y otros lugares en relación con el origen del virus, pero esa etapa todavía no comenzó.
Con información de Télam.