Ante el temor de un rebrote de contagios de coronavirus, el Gobierno de China decidió que la ciudad de Shulan, en la provincia de Julin, vuelva a una cuarentena estricta ya que se detectaron nuevos casos de COVID-19.
Según los datos oficiales que detalló la agencia Sputnik, en total en la provincia de Jilin se confirmaron 127 casos de contagio por el SARS-CoV-2, con el mayor número (34) en la ciudad de Shulan.
Las autoridades de esa localidad, de 700.000 habitantes, aislaron los edificios residenciales donde fueron detectados los contagios y los casos sospechosos. Una vez al día a los residentes de esas viviendas se les envía comida y los artículos de primera necesidad, que se piden con una antelación mínima de 24 horas. Los empleados de las empresas públicas que viven en esas residencias pueden abandonarlas solo en caso de necesidad laboral y con un permiso de trabajo.
En otras viviendas, cada familia debe escoger a una persona que podrá salir para comprar productos una vez en dos días. Para que los alumnos del último grado puedan pasar sus exámenes públicos, las autoridades prevén someter al test del coronavirus a más de 3.000 alumnos.
Las autoridades del poblado de Jilin de la provincia homónima, con más de 30.000 residentes, aislaron las viviendas de la localidad el 17 de mayo, al establecer además el uso obligatorio de mascarillas.