Veinte países se comprometen a no financiar más proyectos de combustibles fósiles

04 de noviembre, 2021 | 10.55

Al menos 20 países, incluido Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y el bloque de la Unión Europea (UE) se comprometieron hoy en la conferencia climática COP26 a dejar de financiar proyectos para explorar o explotar combustibles fósiles en el extranjero para fines del próximo año y priorizar el desarrollo de energías limpias.

El anuncio fue recibido con cautela por organizaciones ecologistas ya que entre los países firmantes hay Estados como Mali o las Islas Marshall sin capacidad propia para hacer este tipo de inversión multimillonaria en el extranjero, aunque sí suelen ser receptores de estos proyectos.

La iniciativa, impulsada por Gran Bretaña, el país anfitrión de la conferencia sobre el cambio climático, llegó en plenas negociaciones y en la víspera de dos grandes jornadas de movilización en las calles de la ciudad escocesa, marcadas por los reclamos de acciones más importantes y vinculantes.

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En el caso de hoy, la veintena de países también se comprometieron -aunque de manera no vinculante, como en el caso de otros acuerdos- a acelerar la eliminación del uso del carbón en sus economías y a ampliar rápidamente el desarrollo de energías limpias.

En una declaración conjunta, los países destacaron que este compromiso incluye a algunos de los mayores proveedores históricos de financiación pública para la explotación de combustibles fósiles, incluido el bloque de la UE a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI).

Sin embargo, otros grandes consumidores e inversores de combustibles fósiles como China, Japón o Corea del Sur se negaron a sumarse.

Los denominados proyectos de energía de origen fósil continuos -petróleo, gas y carbón- son los que no incluyen medidas para absorber las emisiones de carbono que producen.

Una investigación reciente de la organización Oil Change International demostró que entre 2018 y 2020, los países industrializados del G20 invirtieron unos 188.000 millones de dólares en proyectos de extracción en el extranjero, principalmente a través de bancos de desarrollo multilaterales, según publicó la agencia de noticias AFP.

Estas instituciones no están cubiertas por el compromiso asumido hoy. Pero el anuncio, de concretarse, significará que hasta 15.000 millones de dólares podrían ser desviados anualmente a otro tipo de proyectos de fuentes de energías no fósiles.

Pese al alcance limitado, la presidencia británica de la COP26 calificó al acuerdo como el primer compromiso político internacional que también aborda las finanzas públicas para el petróleo y el gas.

Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), para limitar el calentamiento global a 1,5 °C, para 2100, se debe marcar el final de las nuevas inversiones no solo en carbón, sino también en el nuevo suministro de petróleo y gas.

El comunicado conjunto del anuncio de hoy pronosticó además que transferir el financiamiento de los combustibles fósiles a iniciativas de bajas emisiones de carbono generará un estimado de 8.000 millones de dólares al año en todo el mundo para energía limpia.

"Tenemos que poner a la financiación pública del lado correcto de la historia", declaró el viceministro de Negocios y Energía británico, Greg Hand, según ese mismo texto.

"Como anfitrión de la COP26 y al comprometerse a eliminar el carbón para 2024 y el liderazgo mundial del Reino Unido, ha enviado una señal clara en todo el mundo de que la energía limpia es el camino a seguir", agregó.

Algunas organizaciones ecologistas celebraron el nuevo compromiso, pero pidieron que se cumpla.

"Es un progreso bienvenido, pero los países (firmantes), en especial EEUU, deben mantenerse firmes con estos compromisos y cerrar el grifo para las empresas de combustibles fósiles", pidió Kate DeAngelis, responsable del programa de finanzas internacionales de la ONG Amigos de la Tierra.

La pandemia frenó la economía mundial y con ello la contaminación del planeta que provoca el consumo de energía fósil. En total, las emisiones cayeron un 5,4% en 2020.

Sin embargo, un estudio del Global Carbon Project, un consorcio internacional de científicos, presentado ayer en la COP26 advirtió que esas emisiones volverán a subir este año, nada menos que un 4,9%, hasta situarse a menos de un 1% del récord de 2019.

Con información de Télam