El ministro de Transportes británico pidió el martes a los conductores que se abstengan de llenar botellas de agua viejas con combustible en las gasolineras, después de que las compras motivadas por el pánico dejaran los surtidores vacíos en grandes ciudades.
"Estamos empezando a ver señales muy tímidas de estabilización que todavía no se reflejan en las colas", dijo el secretario de Transporte, Grant Shapps, a Sky. Añadió que las reservas de muchas gasolineras se habían repuesto.
"Cuanto antes volvamos todos a nuestros hábitos de compra normales, más rápido se resolverá esto, y hago un llamamiento al público para que lo haga. En particular, no más botellas de agua en las gasolineras: es peligroso y no ayuda".
El martes volvieron a verse colas de conductores en las gasolineras que seguían prestando servicio en grandes ciudades, aunque decenas de estaciones de servicio estaban cerradas con carteles que decían que no tenían gasolina ni diésel, según periodistas de Reuters.
Shapps afirmó que la crisis de combustible se debía casi por completo a la pandemia de COVID, que paralizó los exámenes de las licencias de los camiones.
"Este problema se debe casi en su totalidad al coronavirus y a la imposibilidad, durante los cierres, de examinar a los nuevos conductores de vehículos pesados", dijo Shapps.
"Oigo mencionar mucho el Brexit, y sin duda habrá sido un factor. Por otro lado, en realidad nos ha ayudado a cambiar las normas para poder examinar a más conductores con mayor rapidez, flexibilidades que hemos recibido al salir de la UE y poder cambiar la ley", dijo Shapps.
Con información de Reuters